El Tribunal de la capital belga suspendió el pasado viernes la operación de fragmentación y venta de Fortis hasta que la autorice un grupo de accionistas minoritarios que no fue consultado por los gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo cuando, en octubre pasado, tomaron una serie de decisiones para intentar solucionar los problemas financieros de la entidad.
En lo que afecta al banco francés, el fallo anuló la decisión del 5 de octubre por la que los gobiernos de Bélgica y Luxemburgo acordaron, tras nacionalizar la entidad, vender casi todo el negocio bancario (75 y 67%, respectivamente) y las actividades de seguros en Bélgica a BNP Paribas, reservándose una minoría de bloqueo.
El Tribunal de Apelación estableció asimismo que los accionistas podrán pronunciarse sobre estas cuestiones en una asamblea general prevista para este viernes, día 19.
Sin embargo, BNP Paribas concluye en la nota difundida hoy que «en estas condiciones», no tiene sentido la celebración de la Asamblea.