Andrés Neuman, novelista, poeta y escritor de cuentos, nació en 1977 en Buenos Aires, aunque reside en Granada desde joven. Considerado uno de los autores más prometedores de los últimos años, a los 22 años publicó su primera novela, Bariloche, a la que siguieron otras obras, tanto novelas como libros de cuentos o poesía.
es una obra extensa, compleja y de ambición literaria en cuyas páginas hay «un cierto temblor de irrealidad», afirma el chileno Carlos Franz, miembro del jurado, una vez anunciado el fallo.
Una novela posmoderna
«Es una novela posmoderna en la que hay un esfuerzo por hacer una novela clásica desde nuestro tiempo», añade Franz, quien entiende que se trata de un ambicioso experimento que propone volver a mirar el siglo XIX con la perspectiva del XXI y está escrita por «alguien que conoce la tradición literaria».
Así, a través de la comparación entre el pasado y nuestro presente, analiza conflictos actuales como la emigración, el multiculturalismo, las diferencias lingüísticas y la emancipación femenina.
Andrés Neuman pretende establecer en El viajero del siglo un diálogo entre la Europa de la Restauración y los planteamientos de la Unión Europea; entre la educación sentimental actual y sus orígenes, entre la novela clásica y la narrativa moderna.
Neuman, quien siempre ha defendido que forma y contenido son «indistinguibles», lo ha demostrado tanto en sus novelas: La vida en las ventanas, y Una vez Argentina, como en los tres libros de cuentos que ha escrito: El que espera,El último minuto y Alumbramiento.
Como poeta, el autor galardonado ha publicado: «Métodos de la noche», «El jugador de billar», «El tobogán», «La canción del antílope» y «Mística abajo». Además de editar colecciones de haikus -poesía tradicional japonesa- como Gotas negras; y series de sonetos.
Emocionado, pixelado y agradecido
Tras conocer el fallo del jurado, Neuman intervino mediante vídeoconferencia desde Granada, la ciudad donde reside desde los catorce años.
«Me siento emocionado, pixelado y agradecido», aseguró Neuman, un escritor que, como el personaje principal de su novela, se considera «algo apátrida y nómada». «Tengo sangre argentina, que es como tener sangre macedonia», bromeó el ganador.
La música de Schubert inspiró El viajero del siglo, que, aunque esté situada en el siglo XIX, «no es una novela histórica» ni narra hechos concretos del pasado.
Hans, el protagonista de la novela, «un viajero misterioso que no se sabe de dónde viene ni a dónde va», detiene su coche de caballos en Wandernburgo, una ciudad entre Sajonia y Prusia, y aunque los días van pasando, siempre le ocurre algo que le impide salir de la ciudad, explicó Neuman.
Su relación con un anciano organillero, cuya música emociona a Hans, y con la joven Sophie, perteneciente a «la primera generación del feminismo en Alemania», forman parte de la trama de esta novela cuya estructura fue alabada por Goytisolo y que es «un premio a la literatura», según Andrés Ortega, miembro también del jurado.
Situada en 1827 -la fecha no se precisa en la novela-, El viajero del siglo guarda «un paralelismo alarmante» con la época actual, en la que Europa «vive una crisis de identidad, que se resuelve en torno a valores conservadores y defensivos». En el XIX, cuando Napoleón fracasó en su cruzada, «se produjo también un vacío de valores», señaló el ganador.
Novela ganadora el pasado año
Dotado con 175.000 dólares (algo más de 133.000 euros), este galardón literario lo obtuvo en la anterior edición el escritor cubano Antonio Orlando Rodríguez por Chiquita.
Se trata de uno de los premios con dotación económica más elevada, tras el Premio Planeta (601.000 euros), el Torrevieja (360.000 euros) y el Primavera de Novela (200.000 euros).
A este premio, que se ha fallado en la sede de la editorial Alfaguara, se han presentado un total de 523 manuscritos procedentes de España y de Latinoamérica. El jurado estuvo presidido por Luis Goytisolo y formado por Julio Ortega, Ana Clavel, Ignacio Polanco, Gonzalo Suárez, Juan González y Carlos Franz.