«Éste es un acto simbólico con el que no se reducirá de manera significativa el consumo de energía, aunque es una forma de darle voz a la población», dijo a Efe, la gerente de WWF para la Hora del Planeta, Joanna Wiseman,
«Todo el planeta funcionará el sábado como una sola comunidad para trasmitir a los líderes que toman las decisiones sobre medio ambiente que nos preocupamos por el cambio climático», agregó.
La responsable del WWF aclaró que «no hay que apagar todas las luces. Se trata de prescindir de todo aquello que gasta energía de forma innecesaria, sin comprometer la seguridad de los ciudadanos».
La campaña mundial comenzará en Nueva Zelanda -debido a la diferencia horaria- donde todos los generadores de diesel de las islas Chatham, un pequeño archipiélago en la costa este, serán apagados a la hora convenida. El apagón mundial se irá trasladando hacia el oeste, desde las principales ciudades de Asia-Pacífico, hasta Europa.
En España se apagarán monumentos y edificios emblemáticos en muchas ciudades, como la Cibeles en Madrid, el museo Guggenheim en Bilbao, la Alhambra de Granada, la Torre del Oro de Sevilla, o la plaza de el Pilar de Zaragoza.
Participación americana
En el continente americano participarán las principales ciudades de norte a sur, y así, en Colombia, se oscurecerán iconos de Bogotá, Medellín y Cartagena. En Bolivia participarán en la campaña ciudades como Santa Cruz, La Paz y Cochabamba, mientas en Chile, el Palacio de La Moneda, la plaza de la Ciudadanía, la Torre Entel, la Catedral de Santiago y los municipios de Santiago y Valdivia son algunos de los iconos que verán apagadas sus luces de fachada.
Toda Centroamérica se unirá asimismo a la Hora del Planeta, y en Perú, las autoridades han llamado a que todos los peruanos apaguen las luces durante la Hora del Planeta.
La iniciativa pretende llamar la atención de los dirigentes que participarán en la reunión de Copenhague en diciembre, donde se firmará un nuevo tratado global sobre el cambio climático que sustituirá al de Kyoto.
Incluso el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, hizo un llamamiento a la población de todo el planeta para que participe en esta iniciativa y recalcó que «la Hora del Planeta es una forma para los ciudadanos de enviar un mensaje, pedir acciones concretas ante el cambio climático».
La Hora del Planeta comenzó en 2007 en Australia, y contó con la participación de más de 2 millones de personas. Un año después, el evento se convirtió en el movimiento más grande del mundo frente al cambio climático, al contar con la colaboración de más de 100 millones de personas en más de 350 ciudades.