«El PIB OCDE va hacia el menos 4,3% para 2009 y para el 2010 será fundamentalmente plano, quizá un poco por encima, quizá un poco por debajo de la línea. Son previsiones un poco más pesimistas de las que salieron hace unos días», dijo Gurría.
Este dato empeora en una décima el que el propio responsable de la OCDE anunció el pasado día 27, que cifra el retroceso en el PIB de sus países miembros en un 4,2%.
El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo adelantó así algunos datos que hoy se publicarán en el informe de la OCDE sobre las perspectivas económicas, el Economic Outlook, que será presentado en su sede de París.
«Nuestras últimas previsiones indican que la tasa de desempleo en la área OCDE podría alcanzar el 10% en 2010, comparada con el 5,6% de 2007. Esto implica que la crisis podría aumentar el número de parados en la OCDE en unos 25 millones de personas, de lejos, el mayor y más rápido incremento» desde la Segunda Guerra Mundial, explicó Gurría.
El secretario general de la OCDE afirmó que hay que poner especial atención en el desempleo en los más jóvenes, cuya tasa cae actualmente mucho más rápido que la de los adultos.
«Deben emprenderse ya acciones decisivas para los jóvenes en situación de riesgo. Por ejemplo los subsidios para contratos en prácticas para los jóvenes sin formación, y la promoción de escuelas de segundas oportunidades podrían ayudar a reducir el riesgo de que entren en el mercado de trabajo sin cualificación», apuntó Gurría.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo prevé que la contracción económica empeore aún este año, y que consiga mejorar algo en el 2010.
«Un primer paso esencial es implementar sin demora una estrategia coherente que combata el desastre en los mercados financieros», incidió Gurría, quien apostó por establecer «estímulos macroeconómicos» para amortiguar la caída en la actividad económica y prevenir una espiral de deflación.
«La política fiscal -añadió- está ya jugando un papel importante en los países de la OCDE (…) Debe añadirse un mayor gasto gubernamental en seguridad social y unos impuestos más bajos que ‘automáticamente’ consigan mantener la demanda mientras la economía se debilita».
Por otro ladod, un informe de los países de la OCDE y otros 17, entre los que figuran los grandes emergentes, recomienda resistirse, en el actual contexto de crisis, a la tentación para establecer medidas proteccionistas contra la inversión.
«El proteccionismo frente a la inversión sigue siendo una amenaza, pero hasta ahora los gobiernos mayormente han resistido a la imposición de barreras», declaró el secretario general de la OCDE, al presentar el documento.
El informe «Libertad de inversión», suscrito por los 30 miembros de la OCDE y por otros 17 países, entre ellos Brasil, China, la India, Rusia o Sudáfrica, presenta una serie de recomendaciones políticas para mantener abiertos los mercados de inversión, y establece mecanismos de control de las políticas nacionales.
Gurría, aunque destacó que este texto es «un signo importante de los Gobiernos» subrayó que hay que mantener, en cualquier caso, una vigilancia «constante».
El documento hace alusión a que «las presiones políticas para proteger el empleo y el restablecimiento del crecimiento tienta a los gobiernos para adoptar políticas discriminatorias» que de hecho dificultarían la recuperación económica.
Para evitarlo, se apuesta por fijar medidas «más transparentes» y usar lo menos posible los nuevos poderes discrecionales de forma injusta con los inversores internacionales.