Zapatero recordó este miércoles en el Congreso que la Seguridad Social registra un saldo de 20.000 millones de euros y que la previsión es cerrar 2009 con un superávit de 5.586 millones, lo que garantiza la tranquilidad a medio plazo, aunque consideró necesario trabajar en la comisión del Pacto de Toledo para reforzar el sistema en el futuro.
También Corbacho subrayó que es necesario debatir el futuro de las pensiones en el ámbito del Pacto de Toledo, pero no de este año ni del que viene porque los pensionistas pueden estar seguros hasta el 2025.
Durante su comparecencia en el Congreso, el diputado popular, Antonio Burgos, entre otros aspectos, reprochó a Corbacho hablar de que sus previsiones son «creíbles» cuando, según el diputado, el ministro ha dicho que la crisis se resolvería en dos meses o que no se alcanzaría la cifra de cuatro millones de parados.
A ello el ministro respondió que no se ha llegado a esa cifra de parados y que los miembros del PP son los únicos que crean alarmismo e incertidumbre y que no se ajustan permanentemente a la realidad.
En este sentido, recordó que la Seguridad Social cerró 2008 con 14.000 millones de superávit, que hay más de 18 millones de cotizantes y que el fondo de reserva, con 58.000 millones, es el más alto de la historia.
Además, explicó que a pesar de la crisis y la pérdida de 1,2 millones de cotizantes, el ratio es de 2,6 cotizantes por jubilado.
Los sindicatos ratifican la salud del sistema
También los sindicatos ratificaron la buena salud del sistema. Desde Sevilla, los secretarios generales de UGT, Cándido Méndez, y de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, dijeron que está «más fuerte que nunca, al tiempo que discreparon de la necesidad de reformar el sistema de pensiones en España.
Aunque Fernández Ordóñez precisó ayer que un déficit en la Seguridad Social no hace peligrar las pensiones y «no pasa nada» porque registre saldos negativos transitorios, el documento elaborado por su Servicio de Estudios, que le sirvió de base para su exposición ante la Comisión del Pacto de Toledo la semana pasada, ha alimentado la polémica.
En dicho documento, donde analiza posibles medidas para reducir el gasto en las pensiones, contempla, entre otros aspectos, ampliar el cálculo para la pensión de jubilación a toda la vida laboral o que las pensiones puedan actualizarse de acuerdo al IPC real y no al previsto, con lo que podrían revisarse también a la baja.
El líder del PP, Mariano Rajoy, reprochó a Zapatero por haber calificado de «superficiales» las opiniones de Fernández Ordóñez -«ese gobernador que usted nombró y no voté»- y le preguntó si le parece normal que el Gobierno «arremeta» contra él.
Para el presidente, discrepar «es legítimo» y tener una opinión distinta «no es faltar al respeto». Además, respondió a Rajoy que las opiniones del Banco de España no estén condicionadas por el Gobierno es «saludable para la democracia».
Zapatero recordó que el Gobierno ya está trabajando para una nueva fase de reformas en el Pacto de Toledo y que por eso, lo que corresponde es infundir confianza y tranquilidad.
En este aspecto coincide con el gobernador del Banco de España, quien manifestó el martes que los españoles deberíamos estar «enormemente orgullosos del Pacto de Toledo, al que se llegó para garantizar el sistema y que tiene, entre sus objetivos, el de «no utilizar las pensiones para el debate político».