Además, el primer ministro italiano ha arremetido de nuevo contra los jueces, después de que una sentencia judicial dispusiera que el abogado inglés David Mills recibió dinero por mentir en un juicio para protegerle, y ha dicho que no dejará la política hasta que consiga «separar a los magistrados que juzgan de aquellos que acusan». «Mi padre decía que, si uno nace con ganas de hacer el mal, tiene dos posibilidades: la primera, ser delincuente; la segunda, ser fiscal», ha dicho Berlusconi. «La tercera era ser dentista, pero como ahora los dentistas usan anestesia, y a mi me gusta el número tres, en su lugar pongo a los periodistas», ha agregado el presidente en referencia a algunos periódicos que le asedian por el caso Noemi, la joven de 18 años con la que supuestamente mantuvo una relación.
Berlusconi ha contestado a las críticas recibidas de la oposición, que en los últimos días le ha pedido que permita que se le procese por el «caso Mills». «Imaginad que hay alguien que me dice a mi: deja que te procesen. Yo soy el campeón de los imputados», ha asegurado. Berlusconi ha añadido que él y su partido han sufrido más de 100 investigaciones y «587 visitas» (registros) de las fuerzas de seguridad italianas, y han tenido que defenderse en más de 2.500 audiencias judiciales.