Abbas explicó que en estos momentos sólo quedan algunos focos de resistencia insurgente en las afueras de la ciudad.
En opinión de los analistas, retomar el control de Mingora -ciudad en la que viven unas 300.000 personas, la mayoría de los cuales han huido a lugares más seguros- era clave en la operación contra los talibanes paquistaníes.
El portavoz explicó que gran parte de las infraestructuras de la localidad han sido destruidas durante los combates y agregó que varios equipos médicos e ingenieros se han trasladado a la zona para atender a la población y restablecer el suministro de gas, electricidad y agua, que han resultado afectados.