Nardelli anunció que la nueva empresa empezará a operar en el corto plazo aunque no aventuró la fecha en la que el nuevo Grupo Chrysler podría salir de la quiebra.
«El Grupo Chrysler pronto empezará operaciones con ventajas estratégicas significativas, como una estructura salarial y de prestaciones para empleados en activo y retirados que es competitiva» con la de los fabricantes asiáticos.
«Aunque para todos los implicados ha sido un capítulo tremendamente difícil en la historia de Chrysler, la nueva compañía y sus clientes, empleados y proveedores pueden empezar ahora un nueva página», añadió Nardelli.
El domingo por la noche, el juez Arthur González del Tribunal de Quiebras de Nueva York, rechazó las objeciones de los acreedores de Chrysler y autorizó la venta de los activos de la empresa a Fiat.
La aprobación de la venta era el principal obstáculo que la empresa tenía que superar para poder salir de la quiebra.
Chrysler se declaró en quiebra el 30 de abril después de que un grupo de acreedores rechazase cancelar 6.900 millones de dólares en deuda asegurada a cambio de recibir 2.000 millones de dólares en metálico.
Salvar empleos
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó hoy que de la venta de Chrysler al consorcio automovilístico italiano Fiat aprobada por un juez de Nueva York surgirá una nueva compañía más «fuerte» y «competitiva» y permitirá salvar «decenas de miles» de puestos de trabajo.
«Ahora, como resultado del compromiso del Gobierno y de los duros sacrificios que han hecho todas las partes implicadas, Chrysler tiene una nueva oportunidad», afirmó el presidente en un comunicado tras conocerse la decisión del juez Anthony González, del tribunal de quiebras de Nueva York.
Obama, que recordó que hace un mes el futuro de esta «gran compañía» estadounidense estaba «en duda», destacó que el proceso se ha completado de forma «rápida» y «eficiente» tal como se había comprometido su administración.
«Y eso es exactamente lo que se ha conseguido hoy, que decenas de miles de estadounidense puedan conservar su puesto de trabajo como resultado de este esfuerzo extraordinario», concluyó el presidente Obama.