General Motors precisó que esta inyección financiera se destinará, entre otros aspectos, a satisfacer los requerimientos habituales de liquidez de la compañía, incluidos los salarios de los trabajadores las prestaciones sanitarias, los pagos a los proveedores y otros gastos corrientes.
Al mismo tiempo, el juez permite al grupo seguir aplicando incentivos en sus concesionarios para la venta de vehículos y seguir aplicando la garantía sobre los mismos. General Motors insistió en que la garantía seguirá en vigor tanto para los automóviles ya adquiridos como para los que se compren durante el proceso de protección judicial.
El Tribunal aceptó también algunas de las medidas urgentes solicitadas por General Motors, como el mantenimiento del apoyo a la financiación por parte de GMAC, el pago a los proveedores dentro y fuera de Estados Unidos, la retribución de los jubilados o la venta de activos.
El presidente de General Motors, Fritz Henderson, explicó que la decisión del juez aporta confianza para los clientes y garantiza que el grupo puede mantener con normalidad sus operaciones, al tiempo que expresó su confianza en poder ejecutar rápidamente la venta de activos.
En este sentido, el presidente de General Motors China, Kevin Wale, anunció hoy que la multinacional norteamericana realizará «de forma inminente» un anuncio en relación con la venta de su marca Hummer.
Hummer es una de las cuatro marcas de las que General Motors prevé desprenderse antes de fin de año, en el marco de su programa de reestructuración. También se desprenderá de Pontiac, Saturn y Saab, y se centrará en cuatro firmas en Norteamérica: Cadillac, Chevrolet, Buick y GMC.