Así, un 50% de la plantilla prestarán servicio en la empresa Garsa, perteneciente al Grupo BBVA, mientras que al otro 50% restante se le ofrecerá empleo en otras empresas relacionadas también con la entidad financiera.
Además, los trabajadores que así lo consideren podrán acogerse a indemnizaciones superiores a las legalmente previstas, según pasen a prestar servicios al Grupo o al resto de las empresas, o en su caso, no acepten el empleo ofrecido.
La entidad financiera subrayó que este acuerdo se enmarca dentro de la política del Grupo BBVA de «búsqueda de soluciones en materia de relaciones laborales a través del dialogo social y la negociación».
El pasado mes de mayo, la entidad explicó que culminaba su proyecto para integrar en el banco su negocio centrado en la población inmigrante al cerrar las 15 oficinas que aún mantenía abiertas su filial Dinero Express.
En total, en la filial trabajaban cerca de 300 empleados antes de que se iniciara este proceso.