jueves, noviembre 28, 2024
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Magna espera firmar la compra de Opel en cinco semanas y cerrar la operación en septiembre

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«Hay algunos puntos aún por aclarar», precisó Wolf ante los 10.000 trabajadores que hoy se congregaron en asamblea extraordinaria para escuchar de primera mano los planes de futuro de Magna.

Sin embargo, el portavoz del Gobierno alemán Ulrich Wilheim puntualizó que, si bien existe un acuerdo preliminar para ceder Opel a Magna y a su socio ruso, si las negociaciones fracasan, podrían retomarse las conversaciones con Fiat o la china BAIC, en caso de que mejoren sus ofertas.

El vicecanciller alemán Frank-Walter Steinmeier ha cifrado en 10.000 puestos de trabajo el impacto sobre la plantilla del fabricante germano que supone la oferta de Magna, compañía que controlará un 20% de la futura Opel, por un 35% de GM y otro 35% del banco ruso Sberbank. El 10% restante podría quedar en manos de los trabajadores o de los concesionarios.

Por su parte, el presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, indicó que la principal dificultad de las negociaciones estribará en el futuro de la planta belga de Amberes y de la factoría británica de Luton.

La precisión de Wolf tuvo un efecto de bálsamo en los trabajadores después de que Magna informara, a través de un comunicado el martes, que «los acuerdos de principio alcanzados deberán traducirse en realidad» y que «no puedo garantizar que la transacción, al final, se concretará».

Magna entrará en Opel con el apoyo del banco ruso Sberbank y el fabricante ruso GAZ, según acordaron las partes interesadas en este proceso y en consultas con gobierno alemán.

Apoyo financiero de Alemania

Alemania apoyará financieramente al inversor con 1.500 millones de euros en avales en el primer semestre, monto al que seguirán hasta 4.500 millones de euros en los próximos años.

Según publicó ayer el diario austríaco Der Standard, Magna también prevé solicitar ayudas públicas a las autoridades de Viena por un monto de 300 millones de euros.

Wolf afirmó que el proceso de reestructuración que Opel pondrá en marcha una vez atados todos los cabos pendientes estará dirigido por el presidente de General Motors Europa, Carl Forster.

Se desconoce sin embargo si Forster, que ayer tenía previsto entrevistarse en Rüsselsheim con el ministro español de Industria, Miguel Sebastián, se mantendrá a la cabeza de la nueva empresa.

El presidente del comité de empresa de Opel, Klaus Franz, reiteró ante los trabajadores que el camino al saneamiento de la empresa «será duro» y tendrá efectos en la plantilla.

Franz aventuró que esos efectos harán especial mella en las plantas de Luton (Reino Unido), Amberes (Bélgica) y Bochum (Alemania).

El fundador y presidente de Magna, Frank Stronach, afirmó ayer en Ottawa que al final del proceso de reestructuración Opel volverá a generar beneficios en cuatro años.

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