En esta edición de la Feria del Libro no ha estado presente el libro electrónico, aunque sí en forma de debate a través de tres mesas redondas. Este viernes, en la de la última jornada, Los lectores en digital, se ha lanzado un mensaje final: los editores tienen que enfrentarse a este desafío y replantear el sector.
«El libro ha sido un negocio y seguirá existiendo aunque irá desplazándose y perdiendo cuota. Los editores y todo lo que conlleva: distribuidores y libreros tienen que intervenir y replantear el sector, porque siguen siendo necesarios y tienen que saber que es una realidad, que el soporte electrónico está aquí», ha señalado el escritor Lorenzo Silva, uno de los primeros autores que ha colgado sus novelas en Internet.
Para Silva, los beneficios del soporte electrónico son extraordinarios, como la posibilidad de enriquecer el contenido gracias a «la interacción digital entre las personas, que puede conllevar a un espacio con realidades distintas y eso es un oportunidad sobre la humanidad», dijo.
Silva puso como ejemplo el caso del escritor sueco Stieg Larsson y su trilogía Millenium, como modelo de éxito para conectar con un lector de hoy por haber sabido utilizar la tensión narrativa tradicional combinada con la alusión a la realidad de la red».
El autor de El blog del inquisidor abogó, no por el e-book, que todavía tiene que madurar en su opinión, sino por una plataforma multidigital, tanto por los ordenadores de última generación como por el i-phone.
Demanda sin oferta
En la mesa redonda, moderada por Javier López Tazón, jefe del suplemento tecnología Ariadna, del diario El Mundo, también estuvieron presentes Pablo Odell, editor de la revista Tökland; Javier Celaya, director del portal «Dosdoce.com» y Fernando Juárez, bibliotecario.
Todos coincidieron en señalar que hay espacio para los dos soportes, el libro tradicional y el soporte digital. Pero que también los editores tienen que perder miedo porque «lo digital no es malo», y tienen que ofertar, porque está claro que en España hay mucha demanda y consumo de contenidos digitales, pero no oferta».
Tanto Pablo Odell como Javier Celaya recordaron que en la red, a pesar de haber más de 400 millones de persas que hablan español, solo hay un cinco por ciento de contenidos en este idioma.
«Queremos tener un AMAZON (una tienda en la red de libros, discos…) con todas las novedades, con precios inferiores al papel. Existe mucha demanda pero no tenemos oferta», reiteró Celaya, quien destacó también los beneficios económicos para los editores, «ya que la red ha multiplicado el numero de lectores y oyentes».
Celaya también recordó que Google va a digitalizar todos los libros del mundo, y que eso ampliará también la facilidad para los traductores en la red.