Richardson moría en marzo del presente año en extrañas circunstancias tras una trágica caída mientras practicaba esquí en la estación de Mont Tremblant, deporte en el que se estaba iniciando. La actriz fue trasladada al hospital con un fuerte golpe en la cabeza, llegando al hospital en estado de muerte cerebral.
Dos días después, sus familiares decidieron deconectarla de la máquina que la mantenía con vida. La autopsia confirmó poco después que la actriz moría a causa de una hemorragia cerebral.
Ahora se ha hecho público el testamento de la actriz y no ha dejado indiferente a nadie. Natasha, que ya había firmado su testamento en 2005, deja a su marido como principal heredero de sus bienes, de los que no ha trascendido ningún detalle.
La hija de Vanessa Redgrave le lega a su hermanastra Katherine Grimond 200 mil dólares (141 mil euros), así como 50 mil dólares (35,2 mil euros) a su asistente londinense Josephine Burke. También deja una cantidad de 20 mil dólares (14,1 mil dólares) a su tía Lynn Redgrave, así como otros 10 mil dólares (7 mil euros) al menos famoso diseñador Kevin Mark Harris, que había colaborado de forma puntual en Sexo en Nueva York.
Lo que ha sorprendido a todo el mundo es el hecho de que no dejara ningún bien a los hijos que Neeson y Richardson tenían en común, Michael, de 13 años, y Daniel, de 12.