Salgado asegura que el nuevo fondo para el rescate de entidades financieras es una medida preventiva, ya que «las cajas ahora no tienen ningún problema pero si la situación económica siguiera en dificultades podrían tenerlos» y las medidas preventivas tienen que estar preparadas, señala.
El Fondo, que estará dotado con 9.000 millones de euros según las propuesta del Gobierno, estará dirigido por el Banco de España y en él habrá representación de los fondos de garantías de depósitos.
Se financiara, según Salgado, en la parte que corresponde al Banco de España con emisión de deuda y el resto lo aportarán las entidades a través del Fondo de Garantía de Depósitos.
La vicepresidenta económica explica que el proceso de reestructuración del sistema financiero estará estructurado en tres fases. «La primera consistiría en una decisión autónoma de las cajas o después de una sugerencia del Banco de España para que las entidades se refuercen, bien sea con una fusión, bien con alguna otra actuación».
«En el supuesto en el que no se puedan utilizar ni la primera vía ni la segunda pero el Banco de España vea que hay una situación de debilidad, puede exigir a la entidad que presente un plan sobre cómo hacer frente a ella. Si la caja lo presenta y el Banco de España lo acepta el proceso se acabaría ahí, pero si el Banco de España piensa que no es realista le pedirá a la caja que inicie un camino de reestructuración», afirmó.
Salgado manifestó que en algunos casos excepcionales puede producirse una fusión de una caja con otra si que implique la desaparición de los administradores. «Habrá otros casos en los que la reestructuración será tan profunda que implicará una remoción de los administradores. En esos casos el Banco de España se convierte en administrador de esa entidad» detalló.
En la entrevista, la Ministra insiste en que la crisis económica ha tocado fondo y a partir de ahora puede empezar un periodo de estabilidad o de recuperación. «Para España, dice, lo que nosotros vemos en este momento es un crecimiento lento pero continuado».
Sin embargo, reconoce que puede haber algún trimestre con crecimiento negativo «pero la caída comienza a desacelerarse».
Salgado afirma que en España tradicionalmente se crea empleo cuando la economía crece por encima del 2%, «ahora se ha moderado mucho su crecimiento y tenemos que ser capaces de generar empleo antes del 2%. Y eso es lo que vamos a intentar. De hecho en este último mes hemos tenido generación de empleo neto».
Sobre las medidas de protección a los parados que se queden sin el subsidio de desempleo, señala que estas pueden llegar a 200.000 en algún momento del 2010 «y queremos tener previsto lo que sucede con ellos en ese momento».
Si a las fusiones
Por otro lado, fuentes financieras aseguran que cerca de 15 cajas de ahorros de las 45 que componen el sector se han manifestado a favor de las fusiones entre entidades financieras, lo que provocaría la reestructuración del sistema financiero que reclama tanto el Banco de España como el propio Gobierno.
Otra parte de las entidades de ahorros ha declarado estar dispuestas a llevar a cabo procesos de integración diferentes a las fusiones o alianzas estratégicas que les permitan afrontar la actual coyuntura, aunque en privado parece que ninguna rechaza de manera rotunda fusionarse, siempre que responda a criterios «empresariales».
Fuentes del sector reconocen que durante años se ha hablado de que en España había que adaptar la Ley de Cajas y reducir aún más el peso político en estas 45 instituciones para mejorar su operativa en los nuevos tiempos y facilitar que la norma no impida fusiones «interregionales».
Así, la primera fusión que podría llevarse a cabo es la de las entidades de Castilla y León Caja Duero y Caja España que, de materializarse, crearía la séptima caja de ahorros española por activos y la quinta por volumen de negocio.
El pasado 20 de mayo, los consejos de administración de estas entidades acordaron abrir un proceso «coordinado y conjunto» que concluya en la combinación de «estructuras, negocios y actividades».
Si esta fusión se efectúa, sería la primera de esta comunidad autónoma, además de ser la única que se ha llevado a cabo durante la crisis, después del intento fallido entre Unicaja y Caja Castilla La-Mancha, antes de ser esta última intervenida por el Banco de España.
En este momento, los mercados permanecen atentos a una posible fusión entre Unicaja y Cajasur.
Además, el pasado mes de mayo, Cajamurcia confirmó que Cajasur se había puesto en contacto con la entidad murciana para una posible fusión.
En este sentido, el presidente de Unicaja, Braulio Medel, ha reiterado la apuesta de esta entidad por un proceso de concentración entre las cajas andaluzas tan amplio como sea posible, por lo que, según dijo, se mantiene «abierto» a hablar en este sentido «con cualquier entidad andaluza».
Las cajas catalanas también se encuentran en el punto de mira del mercado por posibles fusiones, e incluso el presidente catalán, José Montilla, preveía en el último mes uniones entre ellas.
Según fuentes del mercado, algunas entidades de Cataluña, aunque oficialmente dicen que el proceso de fusión no es necesario, sin reconocerlo públicamente, se muestran a favor de un proceso de reducción de cajas y de integración de activos. También hay otras cajas catalanas que se oponen a las fusiones.
Otra de las posibles uniones entre entidades que acaparó la atención de los mercados durante mucho tiempo es la de las cajas vascas. BBK, la guipuzcoana Kutxa y Caja Vital han intentado concluir este proceso que al final no se ha materializado.
En cuanto a cajas de otras comunidades, los presidentes de Caja Navarra, Caja Canarias, Caja Badajoz y Caja Cantabria apostaron recientemente por realizar alianzas estratégicas en lugar de llevar a cabo fusiones con otras entidades para aumentar su dimensión de la entidad mientras dure la crisis.
En cualquier caso, lo que está claro es que en los próximos meses el sector de las cajas se reducirá de manera considerable, ya que, como ha declarado esta semana el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, hay algunas «en problemas» a las que el Ejecutivo «invitará» a participar en fusiones.