La investigación policial conjunta ha permitido recuperar, entre otros, 42 vehículos de lujo robados, un revólver del calibre 38, una pistola, munición diversa, una pistola eléctrica, 16.000 euros en efectivo, tarjetas de crédito robadas, un centenar de teléfonos móviles robados, ordenadores portátiles, joyas, relojes, armas blancas y pasaportes y documentación robada y falsificada.
Según fuentes de la investigación, la Guardia Civil y los Mossos, que han contado con la colaboración de la Gendarmería marroquí y la Gendarmería francesa, iniciaron la investigación en noviembre pasado en Alicante a raíz de una inspección ocular a uno de los vehículos sustraídos, en cuyo interior hallaron una huellas dactilares que les pusieron tras la pista de uno de los miembros de la red.
Según los responsables de la operación policial, llevada a cabo en Barcelona, Valencia y Jaén, la red ahora desarticulada robaba los vehículos de gama alta en descampados de Barcelona y del puerto barcelonés, en Cheste (Valencia), Ciempozuelos (Madrid) y Azuqueca de Henares (Guadalajara).
Posteriormente, los trasladaban a garajes donde les colocaban placas de matrículas, también robadas, a la espera de conseguir llevar desde Francia matrículas y documentación aparentemente legales.
Una vez matriculados de nuevo con las placas llegadas de Francia, los detenidos trasladaban los coches robados por carretera hasta puertos del sur de España, donde los embarcaban con destino a Argelia para venderlos.
Hasta diez asaltos en un día
Paralelamente, el grupo, que estaba muy estructurado y operaba en células de entre dos y cuatro miembros, se dedicaba también a asaltar turistas que venían desde Francia y se detenían en áreas de descanso de la autopista del corredor mediterráneo, donde podían cometer hasta diez robos en un día.
Tras una inspección previa para comprobar que no había patrullas policiales, los detenidos aprovechaban un descuido de los turistas y pinchaban una rueda de sus vehículos, estacionados en áreas de servicio, de forma que cuando éstos reanudaban la marcha les avisaban del percance para que se pararan.
Una vez que el turista detenía el vehículo para revisar la avería, los delincuentes aprovechaban la parada para robarle las pertenencias de su vehículo y fugarse a toda prisa con su propio coche.
Conductores temerarios
En su huida, los detenidos no dudaban a la hora de circular en dirección contraria y haciendo cambios de sentido en zonas prohibidas, con lo que ponían en peligro la seguridad de otros conductores. En algunas ocasiones, incluso llegaron a cortar las cadenas de separación de la mediana de la autopista para fugarse.
Los detenidos están acusados de más de 150 delitos por asociación ilícita, robo de vehículos, falsificación de documentos, tenencia ilícita de armas, robos y hurtos.
Tras su detención, los Mossos y la Guardia Civil llevaron a cabo registros en cinco viviendas de Barcelona, tres de L’Hospitalet de Llobregat y una de Vilassar de Mar (Barcelona), Castelldefels (Barcelona), Cornellà de Llobregat (Barcelona), Valencia y Linares (Jaén).