El descenso interanual de las ventas de vivienda nueva fue pro primera vez mayor al registrado por las de segunda mano, lo que significa que se está acabando la inercia de las preventas de obra nueva pactadas hasta dos años antes de que se cierre su traspaso.
En concreto, entre enero y marzo se vendieron 58.993 viviendas nuevas, el 34,8 por ciento menos que un año antes, mientras que las transacciones sobre inmuebles usados cayeron el 33,4 por ciento, hasta 45.710 operaciones.
Al ser preguntada por estos datos, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Elena Salgado, insistió en Bruselas en que a finales de abril comenzaron a verse algunas señales de desaceleración de la caída en distintas áreas, y también en el mercado de la vivienda.
Salgado, que expresó su confianza en que las medidas del Gobierno para normalizar el sector inmobiliario tengan efecto, señaló que los datos de mayo ya muestran una ralentización del desplome del sector y añadió que espera que se desacelere aún más esta caída.
Las caídas en la venta de viviendas son más moderadas si los datos se comparan con el trimestre anterior, ya que el indicador acumula cinco trimestres seguidos de descensos, de tal forma que las ventas totales de viviendas disminuyeron el 16,5 por ciento, en tanto que las nuevas cayeron el 21,3 por ciento y las usadas, el 9,4 por ciento.
En todas las comunidades autónomas bajaron las ventas de vivienda, salvo en Navarra, donde aumentaron el 17,4 por ciento con respecto al mismo periodo de 2008.
El descenso de las ventas fue superior a la media nacional en Castilla-La Mancha, Baleares, Canarias, Asturias, Castilla y León, Comunidad Valenciana y Andalucía, mientras que por debajo de dicha media se situaron Cataluña, Galicia, Murcia, País Vasco, Aragón, Cantabria, Extremadura, Comunidad de Madrid, La Rioja, Ceuta y Melilla.
El número de viviendas compradas por residentes extranjeros disminuyó el 58,6 por ciento en el último año, hasta 5.036, mientras que las adquiridas por extranjeros no residentes pasaron de 962 a 484.
La estadística del Ministerio de Vivienda no separa los datos por otros colectivos de la población, aunque para el Consejo de la Juventud los jóvenes no constituyen el segmento más activo, ya que para comprar un piso necesitan el 86 por ciento de su salario, pese a haber disminuido los tipos de interés y el precio de la vivienda (el 9,8% en mayo, según la sociedad de tasación TINSA).
Según los datos del último Observatorio Joven de Vivienda, los jóvenes de entre 18 y 34 años tendrían que ganar 3.478,56 euros al mes -el triple de la media actual- para poder acceder a la compra de una casa libre sin endeudarse en exceso.
En el caso del alquiler, la renta media que se paga en España es de 682,05 euros mensuales, lo que equivale al 56,1 por ciento del salario de estos jóvenes, razón por la que desde el Consejo de la Juventud se reclaman medidas para fomentar el mercado del arrendamiento y evitar que los jóvenes destinen más del 20 por ciento de sus ingresos a pagar la renta.
En este sentido, el Congreso de los Diputados aprobó hoy una proposición no de ley, promovida por el grupo parlamentario catalán (CiU), por la que se emplaza al Gobierno a movilizar el excedente de vivienda sin vender, con el objetivo de incorporar estas casas al parque público de inmuebles en régimen de alquiler.