Una pérdida de respaldo que, sobre todo, se ha concentrado en dos comunidades autónomas, el País Vasco y Cataluña, cuyas federaciones están reunidas este lunes para analizar las causas.
Lara ha advertido de que los resultados del PP y de la derecha a nivel europeo dan pie a que los populares inicien una ofensiva de mayor presión sobre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que podría provocar un giro hacia la derecha de su política, y ha subrayado que, de tomar ese camino, el PSOE seguirá creando «frustración y perdiendo confianza entre su propio electorado».
Uno de los puntos en los que se podría notar esta presión del PP es en la posibilidad de que el Gobierno plantee una reforma laboral que perjudique a los trabajadores, y ha advertido de que el Ejecutivo no contará con el respaldo de IU salvo que dé un claro giro a la izquierda para salir de la crisis «de forma positiva y social».
Tras lamentar que los casos de corrupción no hayan afectado a los resultados del PP, ha advertido a este partido de que si plantea una moción de censura contra el Gobierno por los resultados del PSOE no contará con el respaldo de IU.
«Hemos parado la caída libre electoral»
Izquierda Unida ha logrado mantener sus dos escaños «en condiciones adversas» y por ello «afirmamos con rotundidad que hemos parado la caída electoral que venía sufriendo en los últimos años».
Lara ha explicado que si se tiene en cuenta la caída que sufrió IU en las europeas del 2004 respecto a las generales de ese mismo año (de casi un punto), y si se comparan los datos de las generales de 2008 y los resultados de este domingo (un porcentaje muy similar), queda patente que «hemos parado la caída en picado» a pesar de que aún no se ha completado la «refundación» de la formación tras su crisis interna.
El elemento más alarmante para IU, no obstante, es la «impresionante abstención» de más del 50 por ciento, de lo que ha responsabilizado directamente al PSOE y al PP por llenar la campaña electoral de «suciedad».
Igual de alarmante es la abstención a nivel europeo, que demuestra que los ciudadanos se sienten ajenos a sus instituciones, por lo que Meyer ha propuesto que una de las iniciativas que impulse España cuando tenga la Presidencia de turno de la UE en el 2010 sea una nueva «hoja de ruta para ir al encuentro de la ciudadanía».
Meyer también ha subrayado su preocupación por el avance de toda la derecha (desde los más extremos y xenófobos hasta el centro derecha, pasando por los euroescépticos, liberales y conservadores), lo que hace que esté en sus manos casi dos terceras partes de la Eurocámara.
Defender los intereses de los abstencionistas
El reto de Meyer desde su escaño será, ha agregado, tratar de parar el avance de la derecha y defender los intereses no sólo de su electorado, sino de todos los abstencionistas críticos que «entienden que se puede hacer más y de otra manera».
Por otro lado, preguntados por el avance de UPyD y sobre si temen que desbanque a IU como tercera fuerza política en España, Lara se ha mostrado tranquilo porque su base electoral no tiene nada que ver, al igual que las políticas y postulados que defienden, y ha asegurado que no se plantean hacer ninguna campaña ni actividad para combatir al partido de Rosa Díez.
«No nos da ni frío ni calor, es un problema de otros, serán el PSOE y el PP quienes deben hacer ese análisis», ha añadido.