El Parlamento Europeo se pronunció en primera lectura sobre la medida en abril y aprobó un total de 70 enmiendas al texto original.
La Presidencia checa de turno de la UE confía en que los ministros comunitarios incorporen las modificaciones propuestas por la Eurocámara, que cuentan con el respaldo de los estados miembros.
El procedimiento de establecimiento de los corredores, la repercusión de la medida sobre el transporte de pasajeros y los candidatos autorizados a presentar su solicitud son las tres cuestiones que más reticencias han suscitado entre los países e la UE durante las negociaciones.
En el borrador actual, figuran ocho redes transeuropeas -dos de las cuales incluyen a España- que deberían estar listas para su utilización en un plazo máximo de tres años.
Si los países no respetan el plazo máximo de construcción de las vías, el Ejecutivo comunitario podría optar por abrir procedimientos de infracción contra los infractores.
Fuentes diplomáticas estimaron que, si todo va bien, España sí será capaz de finalizar para el 2012 los trabajos para el denominado «corredor mediterráneo» del que forma parte la línea de alta velocidad Barcelona-Figueras-Perpiñán-Montpellier.
En cuanto a la línea Sur-Europa-Atlántico, que incluye el ramal Burdeos-España, habrá que agilizar las obras de conexión entre Valladolid y Burgos, y entre Burgos y Vitoria, así como los trabajos de la «Y» vasca.
Los ministros europeos preven también conceder un mandato a la CE para que negocie un acuerdo de aviación con Georgia, así como avanzar en las discusiones para la equiparación de los derechos de los pasajeros de autobús y autocar con los de aquellos que viajan en avión y tren.