Esta reunión, que empieza esta noche con una cena, se celebrará hasta mañana en la localidad de Lecce, en el sur de Italia, país que ostenta la presidencia de turno del llamado Grupo de los Ocho (Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá, Japón y Rusia).
En ella está previsto que participen los ministros de economía y finanzas de esas siete potencias más Rusia, así como el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, el español Joaquín Almunia.
Entre los invitados a la cumbre figuran también el director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, así como el presidente del Banco Mundial (BM), Robert B. Zoellick.
Italia, en calidad de anfitrión, planteará en el G8 de Finanzas la necesidad de acordar unas reglas comunes que puedan ser utilizadas en el escenario de recuperación económica, normas que deberán ser ratificadas en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del G8 del próximo julio en la ciudad italiana de L’Aquila.
Sobre la mesa de esta cumbre, que llega con el precedente de la del G20 del pasado abril en Londres, estarán también los controles a las entidades financieras y las estrategias más adecuadas a adoptar por los Gobiernos para poco a poco abandonar las medidas extraordinarias de control y ayuda tomadas ante la crisis económica.
Pero la reunión no se centrará sólo en los asuntos más estrictamente económicos, pues en el G8 de Finanzas está previsto que se aborde además la crisis y la seguridad alimentaria mundial.
«La crisis es global y golpea a los países en diferentes estadios de desarrollo. En tiempos difíciles, los pobres son aún más golpeados y tienen necesidad de mayores ayudas. Es necesario y urgente garantizar de modo duradero la seguridad alimentaria», explican los organizadores en la página web.