Así se lo trasladó a los representantes del comité de empresa y dirigentes de la CIG y CCOO que asistieron a la reunión, que se celebró en el Edificio Administrativo de la Xunta en La Coruña y se prolongó durante dos horas y media.
A su término, el consejeio de Economía e Industria confirmó su intención de «recuperar el clima de diálogo» entre las partes implicadas en el conflicto «para llegar a un acuerdo satisfactorio», después de que ayer la ruptura de las negociaciones provocase incidentes en la factoría, donde se registraron daños.
Guerra indicó que una de sus primeras gestiones será ponerse en contacto con la empresa, cuyo accionista mayoritario es el grupo Inveravante, de Manuel Jove, para que participe en un nuevo proceso de negociaciones. Guerra admitió la existencia de contactos con la empresa la semana pasada «para crear un clima de acuerdo que no se pudo conseguir» y sostuvo que la intención de la Xunta es, a la vista del informe de la Inspección de Trabajo, sentar a sindicatos y empresa «para llegar a un acuerdo».
El titular de Economía e Industria no concretó si participará personalmente en las negociaciones, pero dijo que «va a estar muy pendiente» de las mismas. Sobre el informe de la Inspección de Trabajo, recordó que corresponde «a la Consejería de Trabajo estudiarlo jurídicamente», pero admitió que «es un informe a tener en cuenta».
Asimismo, confirmó el «compromiso» de la Xunta de hablar con la empresa para levantar el cierre temporal patronal decretado ayer en la fábrica del polígono industrial de La Grela, tras los destrozos ocasionados el jueves después de la ruptura de las negociaciones entre la dirección y los sindicatos.
En este sentido, el director general de Relaciones Laborales se comprometió a emitir una resolución para levantar este cierre «para que, a más tardar el próximo lunes a las 7 de la mañana, se pueda entrar a trabajar», según indicó la portavoz de CIG-Textil, Dores Martínez, quien insistió en que «no existe causa legal ni legítima para sustentarlo».
Martínez calificó de «positivo» el encuentro de ayer y subrayó que el informe de la Inspección de Trabajo es «claramente desfavorable a la pretensión de la empresa de presentar un ERE». Tanto la representante de la CIG como el de CCOO, Manuel Lores, indicaron que el informe atribuye a una «gestión nefasta» la situación económica en la que se encuentra la empresa.
Al respecto, fuentes conocedoras del citado informe señalaron que en él se reconoce la existencia de pérdidas en Caramelo, pero se atribuyen a una «mala gestión». Así, cita como ejemplo el envío de ropa defectuosa lo que provocó devoluciones de mercancía, pero considera que esta gestión debe mejorarse y que un ahorro de costes con la deslocalización de la producción tampoco es un argumento suficiente para el ERE.
Por su parte, la compañía manifestó su disconformidad con el informe de la Inspección de Trabajo e insistió en que su aprobación es «imprescindible» para evitar el despido de toda la plantilla, que integran 832 trabajadores. En un comunicado, Caramelo asegura que es consciente «de la dureza situación», pero remarca la «urgencia» de reducir costes de producción para salvar la empresa y evitar la «quiebra».
Así, incide en el hecho de que el informe reconozca pérdidas económicas y las atribuye «a graves errores de gestión cometidos en los últimos años».
Sin embargo, según recoge en su comunicado, sobre la conclusión del informe de que «no se ha demostrado que los costes salariales sean un factor desencadenante de los resultados económicos negativos, sino que se han considerado como una medida correctora», Caramelo admite que «si bien no es la única causa que afecta a las pérdidas de la compañía, sí hay una relación de causa-efecto entre el sobredimensionamiento de la plantilla con parte de las pérdidas producidas».
Asimismo, ante la afirmación del informe de que «no se ha demostrado que con las extinciones contractuales, se garantice la rentabilidad de la empresa», Caramelo subrayó que «la externalización de la producción no se está planteando en la actualidad, si no que es un proceso iniciado en el 2007» y añadió que eliminar la duplicidad de costes que hubo en ese ejercicio y en el 2008, con compra de producto en Asia y coste de personal de fabricación interna, «contribuirá a garantizar la rentabilidad de la empresa».