Con todo, el jefe del FMI aseguró que «hay que ser cauteloso», ya que la «la mayor parte de lo peor (de la crisis) aún no ha pasado».
«El 2009 ya está hecho. Sabemos que es un año malo», dijo.
Strauss-Kahn aseguró que «el crecimiento global para este año será del -1,3 %, lo que supone el primer crecimiento negativo desde la Gran Depresión (1929)».
«El 2010 podría ser mejor pues prevemos una recuperación en el primer semestre», dijo.
El director del FMI salió así al paso de la declaración conjunta emitida el sábado por los ministros de Finanzas de las siete mayores potencias mundiales más Rusia, el llamado Grupo de los Ocho (G8), que ven ciertos signos de estabilización en sus economías.
Dominique Strauss-Kahn, subrayó que la emisión de bonos por parte del organismo que dirige será «pequeña», asegurando que «habrá un mercado para los bonos, pero no se trata de esas obligaciones que pueden comprarse en el sector privado», dijo en rueda de prensa durante su visita a Kazajistán, según las agencias rusas.
El jefe del FMI recalcó que los que podrán comerciar esos bonos serán sus compradores, es decir, «los estados y los bancos centrales» de los países miembros.
Strauss-Kahn insistió en que el objetivo del FMI al emitir bonos por valor de 500.000 millones de dólares es recaudar fondos para poder ayudar a los países cuyas economías han sufrido más los embates de la crisis financiera.
Por el momento, China ha expresado su intención de adquirir 50.000 millones de dólares en bonos del FMI, mientras Rusia y Brasil comprarán 10.000 millones de dólares cada una.