Con sus enmiendas, el grupo socialista pretende elevar de mayoría absoluta a dos tercios la representación del Consejo de Administración de Caja Madrid que pueda quitar al presidente de la entidad las funciones ejecutivas.
También propone que disminuya la representación política en Caja Madrid, que se mantenga el equilibrio de representación entre la patronal y los sindicatos, y que no sea el consejero de Hacienda, sino la mayoría del Parlamento regional por dos tercios, la que tenga la capacidad de designar a las entidades representativas.
Otra de sus enmiendas van dirigidas a aumentar la representatividad de las universidades públicas y privadas, proporcionalmente al número de estudiantes de cada una.
Además, tanto el PSOE como IU quieren que los consejeros generales del sector de impositores de Caja Madrid se elijan mediante la delimitación de dos circunscripciones: la Comunidad de Madrid y el resto de comunidades donde la caja tenga oficinas.
El portavoz del PP en la Comisión, Pedro Muñoz, ha dicho a Efe que está «estudiando» las enmiendas de la oposición, aunque ha avanzado que no aceptará las referidas a la creación de circunscripciones.
Las enmiendas del PP derogan las principales modificaciones que la Comunidad de Madrid hizo en diciembre de 2008 a la Ley de Cajas de 2003 y que el Gobierno de España recurrió ante el Tribunal Constitucional.
La tramitación parlamentaria de la reforma de la Ley de Cajas se desarrolla de forma paralela al llamado acuerdo de estabilidad en Caja Madrid que alcanzaron la semana pasada el PP e IU de Madrid, Comfia-CCOO y la Unión de Impositores y Consumidores.