Aparte de dificultar la venta de coches todo el día y la reparación de vehículos a partir de las 12.30 horas, también se velará para que no haya actividad en ningún negocio de la Asociación de Empresas de Electricidad y Telecomunicaciones de la provincia de Pontevedra (Instalectra) y de la Asociación Autónoma Provincial de Empresarios, Instalaciones de Fontanería (Foncalor), según indicaron los sindicatos.
Ese cambio de estrategia en las movilizaciones es la principal novedad en esta novena jornada de huelga del sector metalúrgico que en Vigo sacó a la calle, de nuevo, a cientos de trabajadores este lunes.
Apenas se registraron incidentes en esta novena jornada de huelga. Tras las concentraciones habituales de huelguistas en los alrededores de los astilleros, con los correspondientes cortes de tráfico, los manifestantes recorrieron diferentes puntos de la ciudad con total normalidad.
Un fuerte dispositivo policial acompañó a los trabajadores durante su protesta, pero, a diferencia de otras jornadas pasadas, no hubo ninguna intervención de los antidisturbios ni tampoco ningún enfrentamiento.
Una jornada más los huelguistas colapsaron el tráfico en el centro de la ciudad a su paso y lo cortaron en la Praza de América y la Praza de España en donde permanecieron más tiempo.
En declaraciones a los periodistas, el portavoz de CIG Metal, Miguel Anxo Malvido, justificó el cambio de estrategia de mañana porque «tenemos que dar más fuerte a quien colabora menos» en la negociación del metal, rota desde la semana pasada.
En la misma línea se mostró el responsable de UGT, Diego Atanes, quien indicó que con los paros parciales del naval se pretende «castigar lo menos posible» a los trabajadores que comienzan ya a notar un pérdida importante de dinero en el sueldo mensual.
Por su parte, el portavoz de CCOO, Ramón Sarmiento, dijo que esta «discriminación» de más paros en un sector y menos en otros responde a que dentro de la patronal hay una división con unas posturas más inamovibles que otras.
Patronal y sindicatos reanudaron las negociaciones el lunes por tarde a petición de la Xunta, que pretende poner punto y final a este conflicto laboral, que lleva más de tres meses.