Santero, que ayer calusuró en Zaragoza una jornada del Observatorio Industrial del Sector de Fabricantes de Equipos y Componentes para Automoción, precisó que el preacuerdo entre GM y Magna no implica compromiso alguno, por lo que se mantienen «abiertas» otras posibilidades de inversión, como es el caso de la italiana Fiat.
No obstante, apuntó que la propia GM ha señalado al fabricante de componentes canadiense-austríaco Magna como el inversor «más firme y más serio» y, por tanto, «el mejor posicionado» para hacerse con el control de GM Europa, que cuenta con nueve plantas en cinco países bajo la marca Opel.
Santero afirmó que de momento no hay «información nueva» sobre los planes de reestructuración manejados por Magna, que podrían afectar a la planta de Figueruelas (Zaragoza), en la que trabajan 7.500 personas, y dijo que no será «hasta el último momento» cuando se concrete «cuándo y cómo» se van a hacer los ajustes.
«Conocemos las diferentes propuestas, pero están totalmente abiertas», subrayó Santero, quien insistió en que «la negociación es muy dura», tanto por el lado de GM, por los términos de la venta de Opel, como por el de los gobiernos, que deben acordar las fórmulas de apoyo.
Santero valoró la advertencia que ha hecho la CE para que no se tomen soluciones desequilibradas que beneficien a unos países más que a otros y que se busque una «solución europea», en referencia a Alemania, que aglutina a 25.000 de los 52.000 trabajadores de GM Europa, y por ahora el principal avalista de la compañía.
La secretaria general de Industria consideró que esta intervención por parte de la CE es una «muy buena noticia» y una «garantía de que las decisiones que se van a tomar son en términos empresariales, de productividad y competitividad, y no en términos políticos».
Santero explicó que, por ahora, no se ha solicitado al Gobierno español ningún aval, pero avanzó que, «cuando haya una petición de apoyo sobre la mesa, habrá que valorarlo en función del beneficio que ese apoyo produzca para la propia planta de Figueruelas».
Informar a los países implicados
Según explicó, el motivo de la convocatoria de una nueva reunión en Berlín el próximo jueves es el compromiso adquirido por el Gobierno alemán de mantener constantemente informados al resto de países implicados en la reestructuración del fabricante automovilístico sobre el avance de las negociaciones con Magna u otras compañías.
El objetivo del Ejecutivo español, remarcó, es lograr que «la planta más productiva» de GM, en referencia a Figueruelas, cuente con una «solución de continuidad» en la nueva compañía resultante.
Para ello, el Gobierno mantiene un «contacto directo y continuo con todos los agentes implicados», como son la propia GM y sus trabajadores, los gobiernos de los países con presencia de la empresa, además del aragonés, los potenciales inversores, y la CE, ha enumerado.