Asimismo, Molas auguró que los hoteles generarán 50.000 empleos menos para cubrir la demanda del próximo verano, lo que supone un descenso del 15% respecto al 1,5 millones de trabajadores contratados el pasado año, aunque puntualizó que a partir del 15 de junio la caída podría situarse cerca del 4%.
Por ciudades, la Cehat mostró su preocupación por la ocupación en verano de los hoteles de Valencia y Zaragoza, así como por las zonas turísticas de Menorca y Fuerteventura.
Como consecuencia de la crisis y la pérdida del poder adquisitivo de los españoles, Molas consideró que la temporada alta de este año, que abarca de agosto a octubre, «será más corta, mientras que la temporada baja más larga», en línea con las previsiones de que las estancias largas y las de entre siete y 15 días decrecerán, según manifiesta el 60% de los encuestados del OIH.
El Observatorio publicado por la patronal también reduce sus expectativas en cuanto al número de pernoctaciones, para las que un 82% de los hoteleros prevé una caída de extranjeros, frente al 70% que cree que los turistas españoles disminuirán.
Por último, el presidente de Cehat recordó las propuestas de la asociación remitidas al Gobierno (la patronal y Zapatero se reunieron el pasado 28 de mayo y decidieron celebrar un Consejo de Ministro eclusivo para el Turismo) para impulsar a la industria turística.
Según Molas, urge una reforma laboral que incluya rebajas, entre cuatro y cinco puntos, de las cuotas a la Seguridad Social de los complejos hoteleros, ya que «resultarían más baratas al Ejecutivo que pagar prestaciones por desempleo», e instó a que las líneas de liquidez del Instituto de Crédito Oficial (ICO) destinen «una cantidad razonable con la aportación del Turismo al PIB español», que situó en un 12%.