«El sistema bancario entendido como conjunto de bancos y cajas es uno de los mas solventes del mundo, pero los tiempos difíciles que se presentan van a erosionar la situación», dijo el presidente de la patronal de las cajas.
Según los datos de una consultora internacional, cuya identidad no quiso desvelar Quintás a la espera de que ésta publique sus datos, la tasa de morosidad del sistema bancario se elevará al 6,7% este año y al 8,8% en el 2010, y volverá al 6% en el 2011, aunque estas tasas de impago podrían ser «incluso peores», puntualizó.
Al ser preguntado sobre si las pérdidas del sector bancario procederán sobre todo de las cajas de ahorros, teniendo en cuenta que la Asociación Española de Banca no prevé la entrada en números rojos, Quintás recordó que la patronal que preside Miguel Martín descartó que hubiera crisis en el 2007 y confiaba en la plena expansión para el 2008, escenarios que no se han materializado.
El presidente de la CECA advirtió que desde hace más de un año las cajas padecen un «intento de desmoronamiento» de su imagen y, aunque eludió responsabilizar directamente a los bancos y dijo confiar en la actitud honesta de la patronal bancaria, recordó que el crédito al sector constructor presenta un mayor peso en los bancos que en las cajas.
«Hay una especie de obsesión que no entiende de razones, se puede hacer una prueba de estrés y que los resultados sean públicos y aún así seguiremos viendo la doble vara de medir», dijo Quintás, tras recordar que él «nunca» ha dado un dato falso ni ha ocultado «el dramatismo de la situación», a diferencia de otros.
Quintás, además, consideró «razonable» que las entidades financieras que van a ser solventes en los próximos dos o tres años, en lugar de sufrir una intervención, reciban ayudas que luego el Estado pueda recobrar. «Jamás pediría que se ayudase a una entidad no viable», señaló Quintás, quien apostó por que el Estado apoye a aquellos bancos o cajas que puedan ser solventes pero que incumplan la obligación de tener un activo un 8% superior al pasivo, lo que con la regulación actual supondría una intervención.
En este sentido, el presidente de la CECA apostó por que el Estado apoye a aquellos bancos o cajas que puedan ser solventes pero que incumplan la obligación de tener un activo un 8% superior al pasivo, lo que con la regulación actual supondría una intervención.
Según Quintás, un 20% del sistema bancario español puede incurrir en ese problema, por lo que en su opinión el nuevo Fondo de Regulación y Ordenación Bancaria, FROB, debería servir para dar ayudas a estas entidades que después el Estado pueda recobrar, así seguirán funcionando y entonces «el problema sería al final muy manejable».
El presidente de la patronal de las cajas advirtió de que la economía «no se va a recuperar tan pronto» y eso hará aumentar la morosidad, que según sus cálculos puede llegar al 9% en el 2010.
Por eso, continuó, el año que viene va a ser «incómodo» para los bancos y cajas españoles, debido a los menores ingresos, la elevada morosidad y el estrecho margen que habrá entre ambos y que hará que muchas entidades entren en pérdidas, por lo que el sector y las autoridades deben estudiar «qué hacer».
En su opinión el FROB tiene que ser diseñado con la mente de un gestor, es decir, que sea flexible y no cuente con la «rigidez de un funcionario», ya que hay que buscar minimizar el coste público.
Por otra parte, Quintás advirtió de que no se puede pensar sólo que la reestructuración bancaria tiene que ser a través de fusiones, porque «hay otros métodos más accesibles», y por eso a las que se les ayude hay que forzarlas para que se preparen «magníficamente» para después de la crisis.
Reclamó asimismo que, en este tiempo de crisis, las provisiones bancarias se calculen de otra manera, de forma que no haya que destinar tanto dinero para que las entidades tengan una posición más cómoda y no se vean obligadas a «cerrar el grifo» del crédito.