«Esto supone un crédito por 2.200 millones de dólares sin intereses. ¿Por qué Rusia debe asumir esa carga?», se preguntó.
El primer ministro insistió en que Moscú «hace todo lo posible para que no surja una crisis como las anteriores, pero nuestras capacidades no son ilimitadas».
«El último pago se produjo el 7 de junio y el siguiente será el 7 de julio, y estamos recibiendo continuas señales de que ellos (Ucrania) no tienen con qué pagar», resaltó.
Putin aseguró que la difícil situación financiera de la compañía gasística ucraniana Naftogaz «coloca a Rusia y a los consumidores europeos en una situación muy complicada».
«Hay reservas de oro (…) y su volumen, según las fuentes, asciende a 27.800 millones de dólares y eso es más que suficiente para pagar el gas ruso», apuntó.
Putin advirtió de que si Ucrania no respeta la «disciplina de pagos», Rusia «se reserva el derecho a actuar, en caso de que el pago no se produzca».
El consorcio gasístico Gazprom ha cifrado en 643,8 millones de dólares el dinero que Ucrania deberá abonar antes del próximo 7 de julio por el gas contratado este mes.
Francia o Alemania tampoco quieren financiar
En la misma línea, el ministro de Finanzas, Alexéi Kudrin, aseguró que países como Francia, Alemania o Italia, le comunicaron que, al igual que la UE y el FMI, no están en condiciones de financiar la compra del gas ruso a Kiev.
Precisamente, el presidente de Ucrania, Víctor Yúschenko, y la primera ministra, Yulia Timoshenko, se reunieron este lunes para abordar la compra de gas ruso con destino a los depósitos subterráneos y evitar la repetición de la crisis de suministros de enero pasado.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, alertó el viernes en Bruselas sobre el «gran riesgo» de que se repita una crisis del gas como la ocurrida en enero pasado, debido a corte de suministros.
Con todo y pese a la insistencia de Moscú, Barroso aseguró que la UE no financiará la compra de gas ruso por parte de Kiev, que pidió a Bruselas un crédito de 4.200 millones de euros.