En su opinión, las reformas estructurales deben ir en consonancia con una economía sostenible y de consolidación de las finanzas públicas, algo crucial no sólo en España sino también en toda la zona euro.
Trichet indicó que pese a que España ha demostrado en los últimos años «muy buenos» resultados en cuanto al crecimiento económico y del empleo, con empresas de primera clase, en sectores como las telecomunicaciones y la banca, y que al igual que otros países, se ha visto «afectada por un cambio en el sentimiento económico».
Aseguró que esta crisis está demostrando ser «la más profunda» que se ha desarrollado desde la II Guerra Mundial, y que aunque se están viendo síntomas de recuperación, hay que estar alerta porque puede haber riesgos de que vuelva a surgir una crisis financiera.
En este sentido, explicó que hay que restaurar la confianza y sentar bases para conseguir, tras la recesión económica, una «prosperidad sostenible, mediante propuestas atrevidas y seguras al mismo tiempo».
«El BCE hará todo lo necesario para seguir como ancla estable y sólida en estos momentos tan difíciles», apuntó Trichet.
Sobre los tipos de interés, el presidente del BCE aseguró que desde octubre se han recortado los tipos en 325 puntos básicos, hasta dejarlos en el día de hoy en el 1 por ciento, un nivel «bajo», que según dijo, «creemos que es el adecuado».
La semana que viene, el BCE celebra su reunión mensual sobre tipos de interés en la que se decidirá si se mantienen los tipos en el uno por ciento o si cabe la posibilidad de algún recorte adicional.