Esa desviación, según Bruselas, se debe «tanto a medidas discrecionales, como la asignación de 400 euros por contribuyente, como al funcionamiento de los estabilizadores automáticos», que en tiempos de crisis elevan el gasto social.
Esta cuestión, que «es general y no específica de España», preocupa a Bruselas porque considera que, en momentos de declive económico, los recortes fiscales sólo servirán para que la gente «ahorre» ese dinero, indicó un experto comunitario responsable del informe.
Por otra parte, las fuentes señalaron que tales medidas podrían no cumplir con el requisito de ser limitadas en el tiempo que el Ejecutivo comunitario exige a las políticas de los gobiernos dirigidas a superar la crisis, a diferencia de otras iniciativas como los programas de inversión en obras públicas, por ejemplo.
«Cuando aceleras un programa de inversiones hay temporalidad porque la economía lo necesita y, cuando ha concluido, el efecto en la deuda ha terminado», sostuvieron.
En cambio, afirmaron que, «en muchos casos, la temporalidad de las medidas de la renta, de los recortes fiscales, no está asegurada».
Dificultada para el equilibrio
Las fuentes destacaron la dificultad de encontrar un equilibrio entre el «apoyo a la economía a corto plazo» y el «compromiso» que tienen los gobiernos con la «sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo».
En ese sentido, abogaron por que los agentes económicos «reaccionen ya» si observan que unas medidas que contribuyen a incrementar el déficit «no se toman en relación con la situación actual» y «pueden llevar a aumentar mucho la deuda en el futuro».
«El curso de las expectativas económicas es absolutamente crucial», indicaron.
Según el informe de la Comisión, el mayor estímulo fiscal en la zona euro en 2009 es el de España, que representa un 2,3% del PIB.
Impacto de un 2,25% sobre el PIB
Conforme a sus cálculos, el conjunto de los diferentes paquetes de medidas fiscales impulsados por España desde abril del pasado año tendrá un impacto temporal en el PIB de alrededor de un 2,25% en 2009.
Bruselas señala, no obstante, que «no todas las medidas han tenido los mismos efectos en la actividad económica».
Destaca la efectividad del conjunto de medidas aprobado en noviembre de 2008, «el mayor» plan de estímulo fiscal impulsado en España, que preveía invertir 11.000 millones de euros en sectores económicos estratégicos y en obra pública municipal, con el objetivo de crear 300.000 empleos.
Según la Comisión, ese plan es «muy favorable» para la producción nacional y el empleo y podría suponer un crecimiento temporal del PIB de hasta el 1,5%.
En cambio, subraya que los estímulos de abril y agosto de 2008, centrados en «medidas de apoyo a los ingresos», tendrán un «impacto más limitado» y se traducirán en menos de un 0,75% del PIB.
En vistas de esta evaluación, la Comisión recomienda a España que «evite un ulterior deterioro del déficit en 2009» y lleve a cabo, «con determinación, una consolidación estructural significativa en 2010 y años posteriores».
Además, le invita a mejorar la sostenibilidad a largo plazo de sus finanzas públicas, a través de la implementación de más medidas que controlen los gastos «relacionados con la edad».
Por último, insta a España a asegurar que las medidas de consolidación fiscal también vayan dirigidas a reforzar la calidad de las finanzas públicas, como se prevé a la luz del «necesario ajuste de los desequilibrios existentes».