Con la marcha de Miranda, el devenir de Endesa quedará en manos del presidente, Borja Prado, y del vicepresidente y consejero delegado, Andrea Brentan, hombres de confianza de Enel.
Las mismas fuentes subrayaron que Miranda, que llegó a Endesa en 1987 de la mano de su entonces presidente, Feliciano Fuster, ha sido un personaje «clave» en la historia del sector eléctrico español.
Añadieron que Miranda convirtió a una «simple» empresa generadora con un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 594 millones, en la primera eléctrica del país con un Ebitda de 6.895 millones de euros y amplia presencia en Latinoamérica, así como en Italia, Francia, Polonia, Grecia o Irlanda.
Miranda inició su andadura en Endesa como director general, cargo que desempeñó hasta febrero de 1997, cuando fue nombrado consejero delegado.
Desde esa posición dirigió la privatización de la compañía y culminó el proceso de internacionalización de Endesa, que llegó a estar presente en 15 países y a suministrar electricidad a más de 24 millones de clientes.
Según la misma fuente, tras la opa lanzada por Gas Natural en septiembre de 2005, con la se inició el proceso por controlar Endesa que ahora culmina, Miranda fue «pieza clave en la defensa de los intereses de los accionistas».
El ejecutivo se mantuvo como consejero delegado de la eléctrica tras la toma de control de Enel y Acciona en 2007 y fue ratificado en el puesto incluso tras la salida en marzo del grupo constructor de la dirección ejecutiva de la compañía.
Desde marzo de 2009, ha ejercido las máximas responsabilidades ejecutivas como consejero delegado, de forma mancomunada con Brentan.
Hasta el año pasado, fue presidente de Eurelectric, la patronal del sector eléctrico europeo, de la que en la actualidad es presidente de honor.
Miranda también ha sido presidente del Club Español de la Energía, de Sevillana de Electricidad y de FECSA, así como vicepresidente de Aguas de Barcelona, Unión Fenosa y del Comité Español del Consejo Mundial de la Energía.