En su intervención aseguró además que el nuevo modelo económico que diseña al Gobierno no persigue «vilipendiar» la construcción, si no que busca un «reequilibrio de los distintos sectores productivos» y una reordenación del sector constructor.
En cuento al plan extraordinario, que supondrá 15.000 millones de euros, Morlán reiteró la previsión avanzada por el ministro de que el próximo mes de julio el Ministerio se reunirá con el sector para trabajar en su diseño con el fin de que esté listo a finales de año.
De su lado, el presidente de Anci, Jaime Lamo de Espinosa, solicitó que las constructoras de mediano tamaño como las que integra la asociación pueden participar en el plan, «estableciendo los mecanismos necesarios para que la financiación sea accesible a todas las empresas». «No puede ser fuente de discriminación», aseguró.
Asimismo, reiteró su batería de propuestas diseñadas por Anci ante la crisis económica y la del sector, que pasan por atajar las bajas en la adjudicación de contratos, impedir que los grandes grupos constructores acudan a través de distintas filiales a una misma obra y que las administraciones acoplen el ritmo de pago de las obras a la evolución en la ejecución de las mismas.
Lamo de Espinosa lanzó además una recomendación a sus empresas asociadas tendente a que «lleven a cabo procesos de unión mediante fusiones o adquisiciones con aquellas que les aporten las debidas sinergias».
De esta forma, según el presidente de Anci, podrán ampliar su actividad a subsectores no ocupados o tener una mayor presencia geográfica nacional».
En la misma línea, las instó a fomentar su internacionalización.