Los accionistas del grupo inmobiliario, reunidos en La Coruña por primera vez desde que se declaró el concurso voluntario de acreedores en julio del pasado año, dieron el visto bueno a la medida, que se encuadra en el proceso de reestructuración de la compañía y de reducción de gastos. Martin anuncióque Martinsa-Fadesa ha dejado de ser una inmobiliaria para convertirse en una entidad «especializada en la venta de activos», mientras que el concurso de acreedores «probablemente esté en su parte final», aunque no quiso dar plazos.
El motivo de este cambio de modelo hacia una posición de venta de activos se debe, explicó, a que la empresa tiene una operativa muy limitada a corto y medio plazo por motivos internos, como es el concurso de acreedores, o externos, como es la actual situación financiera y la crisis que padece el sector inmobiliario en España, dos condicionantes que han impactado «dramáticamente» sobre las cuentas de la compañía en 2008.
A pesar de ello, Fernando Martín indicó que los resultados obtenidos en el primer trimestre de 2009 están dando síntomas de una «leve mejoría», gracias al aumento del volumen de negocio en un 62 por ciento, hasta los 211 millones de euros, y una mejora del resultado neto del 68 por ciento, tras pasar de los -85 millones de euros del mismo período de 2008 a los -27 millones de 2009.
También ha logrado una preventas por valor de 200 millones de euros, lo que representa un alza del 117 por ciento.
Asimismo, el presidente de la empresa anunció que a partir del próximo 1 de julio los consejeros ejecutivos sufrirán un recorte salarial del 38 por ciento con respecto a sus sueldos actuales, lo que eleva al 40 por ciento la reducción en la retribución global de los consejeros desde 2008.
En relación al plan de viabilidad de la compañía, Martín señaló que desde la dirección se mantienen «cautelosos y realistas» respecto a la situación de la empresa, y abogó por la diversificación como modelo a seguir, externalizando para ello «todo lo que sea ajeno al negocio».
Reconoció que el proceso concursal marca «de forma absoluta» el devenir de la compañía, aunque puntualizó que «Martinsa-Fadesa tiene futuro», un futuro que pasa por la toma de decisiones adecuadas en el momento preciso y con una visión «nada autocomplaciente».
Cumple objetivos
Martín dijo que se están cumpliendo los objetivos que se marcaron y, con ello, aumentando la percepción de que la empresa es viable, un dato que se ratifica con el hecho de que la situación patrimonial de Martinsa-Fadesa es positiva, con unos activos valorados en 7.404 millones de euros frente a los 7.005 que tiene de deuda.
Precisamente esa deuda es la que la empresa ha propuesto pagar en ocho años, desde mediados de 2010 hasta mediados de 2017, si bien hasta abril de 2012 sólo tendrá que abonar 200 millones de euros, que representan menos del 3% de la deuda total.
Se trata de un convenio atípico, dado que la Ley Concursal establece un máximo de cinco años para el pago de la deuda en los convenios, pero que cuenta con el visto bueno de los administradores y que contará con un tipo de interés ventajoso (Euribor + 0,50) durante los primeros años.
En el ejercicio 2008, cuyas cuentas fueron aprobadas hoy por la junta, Martinsa-Fadesa obtuvo unos resultados negativos que, según su presidente, son «el reflejo real de la crisis».
El resultado neto ha sido de 2.437 millones de euros negativos frente a los 68 positivos de 2007, lo que ha ocasionado que la compañía termine el ejercicio con fondos propios negativos.