En el corazón de Centroamérica, Costa Rica se erige como el destino perfecto para todos los amantes de la naturaleza. Sus hermosas playas, sus arrecifes de coral, sus reservas naturales, sus faldas montañosas, sus imponentes volcanes, su gran diversidad de fauna y flora, el trato cercano y diferente de sus gentes… impregnan a este entorno de un exotismo irresistible a cualquier sensibilidad humana.
Costa Rica es un lugar para todos los gustos. La variedad de las actividades que pueden llevarse a cabo una vez allí es tan grande como la diversidad de paisajes naturales que deslumbran a uno en tan sólo 51 mil kilómetros cuadrados de extensión. Deportes acuáticos, de aventuras, excursiones por la selva tropical y la montaña, cruceros de lujo y actividades relacionadas con la salud y el ocio son algunas de las opciones preferidas por los turistas.
Las retiradas playas de arena negra y blanca, bañadas por los océanos Atlántico y Pacífico, son lo más parecido al Paraíso para las parejas que deciden pasar allí su luna de miel. Esterillos, Jacó, Hermosa y Boca Barranca son ejemplos de ello. Sin el ajetreo y el artificio tan característicos de los destinos costeros, los enamorados pueden disfrutar de un perfecto descanso con un clima agradable ideal para tomar el sol, además de atreverse con algunas actividades como navegar en kajaks y acercarse a la naturaleza entrar en contacto con ello a través de paseos únicos por su biodiversidad.
Al mismo tiempo, los amantes del buceo aprovechan las aguas cristalinas para apreciar la gran variedad de ecosistemas acuáticos que atesora el país; y los amantes del surf, unas condiciones únicas para su práctica que han convertido a la zona en una de las sedes del Campeonato Mundial.
Además, Costa Rica se ha convertido en los últimos años en uno de los destinos de salud más importantes de los últimos años gracias a unos excelentes servicios a mucho menor coste que en Estados Unidos y Europa, unido a la generosa naturaleza y al buen hacer de la población que agrandan el atractivo de la zona.
Los que quieren algo más de diversión pueden disfrutar de las ofertas de muchos hoteles-todo incluído, pero sin olvidar que, al contrario que otros destinos, Costa Rica es mucho más que eso.
Porque la aventura y la naturaleza dominan la oferta turística del país, cuyo territorio está dividido en 20 parques naturales, ocho reservas biológicas y una serie de áreas protegidas. El Parque Nacional Tortuguero, cuyo acceso es bastante sencillo, destaca, de entre todos, por el famoso desove de tortugas marinas y por albergar especies amenazas como el manatí, la nutria y el cocodrilo, además de una enorme cantidad de flora y aves tan especiales como los quetzales, que representan la resistencia de los indios frente al colonizador español.
Por otra parte las faldas montañosas y los canales fluviales, aparte de conformar un paisaje idílico, hacen de Costa Rica el lugar perfecto para practicar deportes de aventura como el rafting, que satisfacen los deseos de emoción y adrenalina de los más aventureros.
Costa Rica es, por tanto, un destino donde la naturaleza prevalece por encima de todo, atrapando con su esplendor a cualquier persona dispuesta a adentrarse en ella.