El de Farrah Fawcett ha sido un adiós anunciado pero batallado, como prueba el documental que la actriz realizó recientemente para el canal NBC durante las terapias para hacer frente a la enfermedad que sufría -un cáncer anal que se extendió al hígado-, y que fue seguido por más de nueve millones de espectadores.
«No quiero morir de esta enfermedad. Así que le digo a Dios que realmente es la hora para un milagro», dijo la actriz en ese filme, sin temor a que el público apreciase de cerca el deterioro de un físico que en el pasado hechizó a todo un país.
La foto que realizó en 1976 Bruce McBroom, en la que aparecía la por entonces modelo sentada, con un inocente traje de baño rojo, con una amplia aunque algo forzada sonrisa, pero sin dejar atisbo de dudas sobre su escultural anatomía, vendió más de 12 millones de ejemplares y se convirtió en una de las imágenes icónicas de la década.
Incluso la revista GQ nombró en 2007 ese póster como «la pieza de arte construida por el hombre más influyente en los últimos 50 años», imagen que ha parecido en películas como Fiebre del sábado noche,Encuentros en la tercera fase o Boogie Nights. Aún hoy día, comprar el póster a través de la página oficial de la actriz cuesta 100 dólares (71,6 euros).
Tres candidaturas a los Emmy
Figura ineludible de la cultura popular, el característico peinado que lucía Jill Munroe, con la melena rubia a capas y las puntas peinadas hacia afuera, fue imitado hasta la saciedad, especialmente por las mujeres estadounidenses. De su faceta como intérprete destacan los tres candidaturas a los premios Emmy que logró, por la serie dramática The Guardian (2001), por la mini-serie Small Sacrifices (1989) y por la película para televisión The Burning Bed (1984).
También consiguió seis nominaciones al Globo de Oro, por las dos últimas y por las películas para televisión Poor Little Rich Girl: The Barbara Hutton Story (1987), Nazi Hunter: The Beate Klarsfeld Story (1986), el filme Extremities (1986) y la serie de televisión Los ángeles de Charlie (1976).
Hija de una ama de casa y un empresario petrolífero, Fawcett abandonó abruptamente la serie que le había llevado al éxito sólo un año después de comenzar su participación, y el desencuentro con los productores acabó con una demanda en los tribunales. Sus exigencias económicas eran mayores que los 10.000 dólares por episodio que cobraba. Fue sustituida por Cheryl Ladd, pero Fawcett volvió a aparecer en la serie tres veces más, como resultado del fallo judicial.
Aunque durante su etapa de esplendor se negó a posar desnuda, la revista Playboy la convenció para dar ese paso en diciembre de 1995, un número que se convirtió en el más vendido de la publicación en la década, con más de cuatro millones de ejemplares.
Casada con un actor
En lo personal, la actriz se casó con el también actor Lee Majors, muy popular en los 70 por la serie El hombre de los seis millones de dólares, pero se separaron en 1979. Tres años después comenzó una relación con Ryan O’Neal (Love Story), con quien tuvo un hijo, Redmond, en 1985.
En las últimas horas de su vida, el actor le pidió de nuevo que se casara con ella, y la actriz, finalmente, accedió, aunque se desconoce si tuvieron tiempo de cumplir ese deseo. El actor reveló, en una entrevista con el canal ABC prevista para este viernes, que Fawcett era el amor de su vida.
A pesar de que la intención original era mostrar el documental de su lucha contra el cáncer a su familia y allegados, la actriz decidió que lo emitiera la NBC porque pensó que su historia podría inspirar a la gente, según dijo Alana Stewart, su mejor amiga y productora de ese trabajo.
El documental, según explicó O’Neal, comenzó «el fatídico día en el que Farrah llevó su pequeña cámara de vídeo al consultorio del médico. Y resultó ser el día en el que los médicos le dijeron que el cáncer, que ella creía superado, había reaparecido».
En las últimas semanas, Fawcett recibió también la visita de Redmond, que está preso por violación de libertad vigilada en un caso de drogas, después de varios problemas con la ley. Padre e hijo fueron detenidos el pasado 17 de septiembre acusados de posesión de narcóticos.
Todo ello conforma un destino que jamás pudo imaginar el «ángel de Charlie». Y mucho menos aquella joven del traje de baño rojo.