Al ser preguntado sobre la capacidad de veto con que contarán en algunos casos los gobiernos regionales, Fernández Ordóñez dijo que «se ha encontrado un equilibrio» en el decreto ley a la hora de respetar al Estado en aquello que es competente y en hacer lo mismo con las comunidades autónomas. «A mí me parece muy bien el decreto que ha aprobado el Gobierno», dijo el gobernador, porque «responde perfectamente a la situación española».
Hasta el momento, varios gobiernos autonómicos, como los de Cataluña, Andalucía y Extremadura, han anunciado que estudian si el decreto que regula el FROB invade sus competencias, en cuyo caso podrían interponer un recurso de inconstitucionalidad.
Además, si se compara con los rescates articulados en otros países «tiene muy buen cuidado respecto al contribuyente», ya que establece tres etapas diferenciadas antes de asignar dinero público para la reestructuración y es muy exigente porque implica una profunda reestructuración al que reciba el dinero, dijo. «En conjunto, está bien», consideró.
Fernández Ordóñez abogó por que la reestructuración se realice en primer lugar a través de la vía privada, pero advirtió de que el Banco de España hará «lo que debe, si es que tiene que hacerlo».
En el caso de España, elogió la supervisión bancaria para hacer frente a la crisis y añadió que haber mantenido las cuentas públicas en números rojos hasta el 2004 no fue suficiente para compensar el efecto que, sobre los niveles de endeudamiento de todos los agentes, tuvieron los tipos de interés reducidos que trajo la Unión Europea.
El gobernador del Banco de España también hizo hincapié en la necesidad de que el sistema financiero proporcione información «fiable y transmitida a tiempo» para permitir el correcto funcionamiento de los mercados.
«La regulación financiera ha de asegurar que las entidades trasladen al mercado toda la información que es relevante para la toma de decisiones», señaló Fernández Ordóñez, que lamentó la falta de «transparencia suficiente» en el origen de la crisis financiera actual.
Respecto a la actuación del Banco Central Europeo en materia de tipos de interés, Fernández Ordóñez declaró que las medidas tomadas hasta el momento evitarán que la zona del euro caiga en la deflación, «que no creemos que sea un riesgo muy importante».
También aseguró que la compra de cédulas hipotecarias por parte del BCE «es un acierto», y destacó que España es uno de los grandes emisores de este tipo de productos, junto con Alemania y Francia. Según explicó, las cédulas hipotecarias son un instrumento financiero que cuenta con garantías muy importantes, la del banco y la de los activos. «Ha sido un acierto esta medida», recalcó.
Sin embargo, el también miembro del consejo de gobierno del BCE reconoció que antes de que el instituto emisor europeo iniciara su programa de compra de cédulas hipotecarias por importe global de 60.000 millones de euros, los mercados han comenzado a recuperarse paulatinamente.
Las cédulas «han atraído el interés de muchos participantes al darse cuenta de que son un instrumento con unas garantías enormes, y los mercados han mejorado antes de que empezáramos a comprar», dijo Fernández Ordóñez.
Más reformas estructurales
El gobernador del Banco de España, por otro lado, insistió en que «es fundamental adoptar ahora reformas estructurales» tanto en el mercado laboral como en otros sectores productivos para que España no se encuentre con «serias dificultades» para converger con los países desarrollados cuando escampe la crisis.
A su parecer, el mercado laboral y otros mercados «precisan un marco más competitivo y flexible» para situar a España en una buena posición de partida para afrontar el nuevo escenario que se abra cuando la economía internacional se recupere.
Fernández Ordóñez advirtió de que la crisis internacional incidió en la economía española «en un momento muy delicado», cuando se había iniciado el proceso de ajuste de los desequilibrios acumulados en una larga etapa de crecimiento, lo que ha provocado, entre otros efectos, «un extraordinario aumento del número de desempleados».
El gobernador del Banco de España también advirtió de que el exceso de endeudamiento de muchas familias y empresas en «algunos» países ha agravado la crisis y va a retrasar la recuperación económica.
Una recuperación mundial que se podría producir a principios del 2010 pero que, en su opinión, tendrá que ver más con el acierto en las políticas macroeconómicas, y con el apoyo del sistema financiero o de las reformas estructurales, «tan imprescindibles» en muchos países.
Durante su discurso en la inauguración del XI Encuentro Financiero Internacional de Caja Madrid, Fernández Ordóñez insistió en que por el momento los niveles de incertidumbre son enormes.