De la Vega apuntó que las comunidades autónomas tendrán que establecer un procedimiento de autorización que integre todos los trámites necesarios cuando así lo exija específicamente un sector determinado.
Dijo que con esta normativa se cumple con los objetivos que establece la directiva europea de servicios en el mercado interior, que impone la eliminación de trabas injustificadas a la libertad de establecimiento y a la prestación de servicios y concluyó que es un paso más para liberalizar este sector.
La nueva normativa suprime la definición de gran establecimiento comercial y fija que la autorización para la apertura de un comercio sólo dependa del impacto que tenga en el medio ambiente, en el entorno urbano y en la conservación del patrimonio artístico.
Asimismo, prohíbe los criterios económicos que restringen la apertura de nuevos establecimientos en función de la oferta comercial, así como la intervención de los competidores en los procesos de autorización.