En concreto, Bruselas prevé que, tras contraerse el 1,6% y 1,1% en el primer y segundo trimestre, la economía española retroceda el 0,4% y 0,2% en el tercero y cuarto.
En el conjunto del ejercicio, la actividad descenderá el 3,7% (cinco décimas menos de lo calculado por la Comisión en mayo).
No obstante, Joaquín Almunia hizo hincapié en que esta cifra es inferior a la contracción del 4% pronosticada para la media de los países del euro y los Veintisiete.
Según el mandatario europeo, en España el ritmo de ajuste es más lento debido a «desequilibrios estructurales bien conocidos», entre los que destacó el elevado endeudamiento de los hogares, la crisis del sector inmobiliario y el mayor desempleo.
Pero insistió en que la rebaja del coste de la financiación y la reciente mejora de la confianza de los consumidores apuntan hacia la «estabilización», incluso aunque sea más lenta que en el resto de Europa.
Almunia precisó, también, que el efecto de la caída de la actividad en el mercado laboral -que tiene un retardo de entre tres y cuatro trimestres- será más negativo en España.
Aunque las previsiones presentadas hoy no incluyen estimaciones en este ámbito, el comisario dejó claro que España registrará un aumento del paro «mucho mayor» que la media europea, y también la destrucción de empleo será más cuantiosa.
Aludió, en ese contexto, a las cifras difundidas hoy por Eurostat, la oficina estadística comunitaria, que sitúan a España como el segundo país de la zona del euro (y el quinto de la UE) donde más cayó el empleo en el segundo trimestre, el 1,3%, frente al 0,5% en el área de la moneda única y el 0,6% en toda la Unión.
Continuará el ajuste inmobiliario
En el ámbito de la inversión, las previsiones de Bruselas dejan claro que el ajuste en el sector de la vivienda continuará al ritmo actual, pero son algo más optimistas respecto a la inversión en equipo, cuya caída podría ralentizarse en el segundo semestre.
En todo caso, la demanda interna restará al crecimiento del PIB más de 6,5 puntos porcentuales, vaticinan.
En cuanto al sector exterior, la Comisión prevé que este año haga una aportación positiva al PIB en torno a 2,9 puntos.
Por último, respecto a la inflación, el Ejecutivo de la UE espera que continúe en tasas negativas, para volver a terreno positivo en el último trimestre.
A final de año, la inflación interanual en España rondará, según estos cálculos el 0%, frente al 0,4% de media previsto para los países del euro.