«Me gustaría que el G20 hablase de globalización responsable, lo que englobaría un crecimiento equilibrado, estabilidad financiera, (atención al) cambio climático, y ayuda a los países más pobres que debería incluir nuestra propuesta de crear un nuevo instrumento para ayudar a esos países a hacer frente a choques económicos de los que no son responsables».
El presidente del BM confía en que el resto del 2009 sea bueno económicamente hablando y que incluso se «superen las expectativas», pero agrega que le preocupa más el año próximo porque todavía no «hemos salido del túnel».
Según Zoellick, no está aún claro que la demanda privada sea lo suficientemente fuerte para tomar el relevo cuando se disipen los efectos del estímulo fiscal.
«¿De dónde van a salir nuevas fuentes de demanda? Podríamos ayudar a proveer nuevas fuentes garantizando el acceso a financiación a algunos de los países de renta media bien gestionados que tengan más margen de endeudamiento», señala.
«Flecos frágiles»
Zoellick opina que la economía mundial tiene aún «flecos frágiles», por ejemplo, en la Europa central y del Este y advierte de la aparición de nuevos peligros, por ejemplo, en las economías asiáticas que han estado al frente del repunte.
«China ha expandido rápidamente el crédito. Y conforme se modere el crecimiento crediticio existe cierto riesgo de que China pueda ir otra vez para abajo», señala.
Por otro lado, agrega, «el fuerte repunte que se ha producido en Asia podría llevar a un incremento de los tipos de interés, capaz de atraer mucho capital».
«¿Qué harán entonces los gobiernos en materia de políticas monetarias, de inflación y de tipos de interés?», se pregunta.
En lo que se refiere a la lucha contra el cambio climático, Zoellick explica que el G20 tiene que «darse cuenta de que para alcanzar un acuerdo, habrá que ver cómo encajan (en esa lucha) los temas de desarrollo».
No al proteccionismo
Zoellick advierte por otro lado del creciente proteccionismo y aboga por una respuesta enérgica por parte de los países del G20.
El presidente del BM insta a Washington y Pekín a resolver una disputa en torno a las salvaguardas contra las importaciones de neumáticos chinos.
«El problema real es que si no se avanza con una agenda ofensiva de liberalización comercial, se vuelve muy difícil mantener el status quo porque uno siempre está a la defensiva», advierte.