«Como presidente del PNV digo que para incluso hablar y negociar los PGE necesitamos, a la vista de las circunstancias de la política vasca, tres compromisos del Gobierno español con la sociedad vasca. Primero, el blindaje del concierto económico, que vendrá a las Cortes del Estado a modo de proposición de ley del Parlamento Vasco el próximo mes», señaló.
Agregó su petición de la devolución del IVA por los vehículos importados en determinados ejercicios tras la resolución de la junta arbitral del Concierto Económico -cifrado por el PNV en 456 millones de euros-.
Además, pidió aclarar «en qué consiste un preacuerdo que dicen haber alcanzado entre Gobierno español y vasco sobre la transferencia de políticas activas de empleo».
Urkullu, por tanto, reivindicó «transparencia en el contenido y en la gestión» como tres cuestiones «básicas» antes de que el PNV pueda sentarse «a hablar y en su caso a negociar el PGE».
Destacó si se cumplieran estas «cuestiones previas» entonces se podría hablar también de políticas de inversión, infraestructuras «y otro tipo de medidas».
Eso sí, resaltó que «la experiencia anterior no augura buenas expectativas en cuanto al grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos por el PSOE».
«No puedo aventurar ninguna posición, somos conscientes de cual es la situación del PSOE, el Gobierno y Zapatero, pero nos parece que el PSOE y el Gobierno han de cumplir con compromisos adquiridos. Y compromiso adquirido es el del blindaje del concierto, que es una reivindicación histórica en las Cortes al Gobierno español, y compromiso también es una resolución de la junta arbitral del concierto económico sobre la devolución del IVA de los vehículos importados», expuso el presidente del PNV.
Pacto anti-ETA
Por otro lado, ratificó la voluntad del PNV de que los partidos con «compromiso democrático se sienten para revisar todos los pactos que hayan habido, incluido el propio Pacto de Ajuria Enea».
Según él señaló, «es un buen momento para revisar todos esos pactos, no solamente en el concepto de pacificación, que también en el concepto de normalización política».
Para Urkullu, esto se haría con la «pretensión de que la existencia de ETA no suponga una merma en la capacidad de acción política y menoscabe las aspiraciones políticas que legítimamente toda formación tenga, y para que todos de manera unida y con discreción podamos ser más eficaces contra el terrorismo».
«Es un emplazamiento, una voluntad que ha expresado el PNV pero no se ha concretado mucho más», aclaró.
Por último, negó que hubiera acudido este martes a Madrid para reunirse con representantes del Gobierno socialista. Aseguró que no sabía de donde había «salido esa información» y reiteró que no tiene «ninguna previsión» de reunirse «con nadie del Gobierno ni del PSOE».