Strauss-Kahn alertó sobre que en muchos países, particularmente en los que no cuentan con una política adecuada de protección social, la pobreza generada por la crisis persistirá «y con ello los riesgos sobre la estabilidad social», explicó.
Según aclaró, el problema es particularmente grave en el caso de los países pobres, donde la población es «especialmente vulnerable», señaló, citando como ejemplo los países del África subsahariana.
«Las consecuencias pueden ser desastrosas, nuestros colegas de la ONU y el Banco Mundial creen que hasta 90 millones de personas pueden entrar en extrema pobreza como resultados de la crisis», aseguró Strauss-Kahn, quien habló de un deterioro de los indicadores sociales.
El directo gerente del FMI hizo un llamamiento para la ayuda hacia estos países y habló de evitar conflictos bélicos en estas regiones ya que la paz es una condición necesaria «para el comercio, el crecimiento económico sostenido y la prosperidad».
Strauss Kahn quiso destacar la labor que ha ejercicio la institución durante la crisis económica y calificó su respuesta de «multilateral». Recordó que el organismo ha duplicado los recursos concedidos a los países más pobres para satisfacer sus inmediatas necesidades de financiación.
También tuvo palabras para ensalzar la labor de asesoramiento del Fondo, incluidas las predicciones, que calificó de «realistas» tanto en el caso de las realizadas sobre el crecimiento económico como sobre las pérdidas crediticias.
«Nosotros advertimos a los países para que evitaran los errores cometidos durante la Gran Depresión, recordamos al mundo que el proteccionismo y el cierre de fronteras exacerban el colapso en el comercio mundial y empeoran las cosas para todo el mundo», recalcó.