El jamón, producido en Extremadura por la empresa Montesano y distribuido en China por el Consorcio Olivarero Chino Español (COCE), fue la estrella de una noche de lujo y oropeles en el distinguido club, aunque también hubo lugar para las joyas de la diseñadora madrileña Paloma Sánchez, que tiene una tienda en la capital china.
«Se trata de un acto para lanzar el jamón en Pekín, comprobar si tiene demanda y posicionar el ibérico como un producto exclusivo, de lujo, para la clase alta, por eso lo hemos acompañado de la muestra de joyas», destacó a Efe Daniel Martín, director general de COCE y organizador del evento.
Los chinos que asistieron al evento pudieron conocer de primera mano el alimento que tantos años de negociaciones ha costado llevar a Pekín, y la prueba del éxito es que las bandejas con el preciado alimento se vaciaron con extrema rapidez.
«La respuesta ha sido muy positiva, ellos tienen mucho interés, especialmente cuando se les explica por qué es un producto caro, ya que su producción no es masiva, además de ser ecológico y sin aditivos», explicó Martín.