La canciller alemana, Angela Merkel, se comprometió en Pittsburgh con el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, a trabajar de forma coordinada con España para buscar una solución para la planta de Opel en Figueruelas, donde peligran cerca de 1.700 empleos.
El Gobierno alemán prevé que la Comisión Europea (CE) apruebe el rescate del productor automovilístico Opel pese a la oposición en algunos países.
Al mismo tiempo, el ejecutivo alemán hizo hincapié en que no se debe relacionar las ayudas estatales alemanas con la reducción de puestos de trabajo que ha previsto Magna en las cuatro factorías de Opel en Alemania.
Sin embargo, han aumentado las críticas internacionales a la función de Alemania en el rescate de Opel.
El ministro de empresas británico, Peter Mandelson, pidió el compromiso activo de la Comisión Europea en una carta a la comisaria europea de la Competencia, Neelie Kroes.
Los representantes de los trabajadores de Opel se reunieron este viernes en la sede de la compañía en la localidad alemana de Rüsselsheim, cerca de Fráncfort, con GM y Magna, que actúa junto con el banco estatal Sberbank y el productor automovilístico GAZ.
Los representantes sindicales negociaron con GM y Magna sobre el plan industrial que aplicará el consorcio austríaco canadiense una vez que asuma el control mayoritario de la empresa.
Los países europeos afectados por la crisis de Opel y la CE acordaron darse hasta el 7 de octubre para evaluar el proyecto presentado por Magna para adquirir la filial europea de General Motors.
Magna quiere recortar 11.000 empleos, de ellos 1.672 en Figueruelas, según cifras del sindicato UGT.
Sin embargo, el diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung informó recientemente de que la reducción de empleos en Figueruelas sería mayor y ascendería a 2.090.
La reducción de puestos de trabajo prevista en España se produce en beneficio de la factoría alemana de Eisenach ya que se trasladaría aquí la producción del Corsa de tres puertas.
Hasta ahora parecía que Bélgica es el país más afectado ya que Magna preveía cerrar la fábrica de Amberes, donde 2.500 personas producen actualmente el Opel Astra.
Sin embargo, el semanario «Der Spiegel» ha informado de que Magna estudia otras alternativas al cierre como la producción de un todoterreno pequeño que entonces no se llevaría a China como estaba previsto hasta ahora.
No obstante, este modelo, que compartirá la plataforma del Corsa, no saldrá al mercado hasta finales de 2011, por lo que hasta entonces la fábrica de Amberes carecería de empleo.
Por ello, se estudia adelantar la producción y que el Estado belga franquee el periodo intermedio con trabajo a jornada reducida y medidas de formación.