El objetivo del área única de pagos Single Euro Payments Area (SEPA, en sus siglas en inglés) es que los pagos transfronterizos en euros -con tarjeta de crédito o débito, transferencia electrónica, ingreso en cuenta o cualquier otro medio-, resulten tan sencillos, baratos y seguros como los efectuados dentro del territorio nacional.
Según explicó la CE, la gran mayoría de los participantes en esta iniciativa han mostrado su apoyo a la idea de fijar una fecha límite a la puesta en marcha total del área única de pagos y así estimular el cambio a este nuevo sistema.
Muchos consumidores aclararon, no obstante, que antes de establecer esa fecha deberían cumplirse algunas condiciones como, por ejemplo, dar a los usuarios el tiempo necesario para familiarizarse con los nuevos productos.
Otra de las propuestas que recibió el apoyo general es la opción de marcar dos plazos diferentes -uno para el área única de pagos con tarjeta de crédito y otro para las de débito-, dado que los planes para su puesta en marcha no comenzaron al mismo tiempo y no gozan del mismo nivel de madurez.
En el proyecto, que ya comenzó a aplicarse para las transferencias el año pasado, participan, además de los 27 socios de la UE, Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
La plena entrada en vigor será en noviembre de este año, aunque las entidades bancarias tendrán un periodo de transición de tres años, es decir, que podrán seguir aplicando comisiones, por ejemplo, al pago de una factura en otro país, hasta noviembre de 2012.
Bruselas discutirá ahora con los estados miembros sobre esta cuestión antes de decidir si finalmente establece una fecha límite y en qué condiciones.