«Este año, los votos de Esquerra, si llega, llegarán en avión y espero que puedan aterrizar en el aeropuerto de El Prat, si no, no habrá ningún tipo de acuerdo», dijo Ridao, que advirtió al PSOE de que su formación no les debe nada por el acuerdo de financiación autonómica.
Ridao calificó los presupuestos de «un poco tramposos» por estar construidos sobre la base de «cierto voluntarismo» y criticó que sólo aumente el gasto social paliativo, ya que éste deja de lado la economía productiva y las reformas estructurales que necesita el país.
En cuanto a la reforma fiscal, consideró que está «muy mal planteada», que es «extemporánea», porque comenzará a ser efectiva cuando supuestamente España saldrá de la crisis, y que si no se recorta el gasto público los recursos adicionales que generará no servirán «para nada».
El portavoz nacionalista vinculó el apoyo de ERC a las cuentas del Estado a condiciones de contenido «no económico», como el modelo aeroportuario, el eje ferroviario del Mediterráneo o el traspaso de Cercanías.
En el terreno fiscal, pedirá un aumento del esfuerzo que hacen las rentas más altas, con cambios en la tributación de las SICAV o la creación de un impuesto que grave las grandes fortunas, al tiempo que defenderá una «tasa verde» que grave las emisiones de CO2.