Mikel Otegi, que ha comparecido durante apenas veinte minutos ante el juez Garzón, se ha remitido a las declaraciones que ya realizó en el juicio celebrado en la Audiencia de Guipúzcoa, donde su defensa alegó enajenación mental.
El juez Baltasar Garzón le ha comunicado su procesamiento por el asesinato de los dos ertzainas, por lo que Otegi permanecerá en prisión a la espera de que se formalicen los trámites para la celebración de un nuevo juicio en la Audiencia Nacional, en el que según fuentes jurídicas- será acusado de dos asesinatos de carácter terrorista en concurso ideal con atentado.
Cuando Otegi fue juzgado en el País Vasco en 1997 no fue acusado de un delito terrorista, pero una vez que fue condenado en Francia a siete años de cárcel por asociación de malhechores con fines terroristas, es la Audiencia Nacional el tribunal competente para repetir el juicio como ordenó el Tribunal Constitucional en 2004, confirmando la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco y del Tribunal Supremo.
De esta forma se anuló la absolución decretada por la Audiencia de Guipúzcoa después de que un jurado popular declarara a Mikel Otegi no culpable, pese a que la mayoría de sus miembros estimaron que había quedado suficientemente probado que mató a los agentes.
Después de que la Audiencia de Guipúzcoa se inhibiera en 2005 en favor de la Audiencia Nacional, la Fiscalía pidió en 2007 el procesamiento de Mikel Otegi por el asesinato de los ertzainas, al considerar que éste tenía una finalidad terrorista cuando disparó contra los ellos.
De acuerdo con los hechos expuestos en el escrito del fiscal, el 10 de diciembre de 1995 Otegi conducía a velocidad excesiva en dirección a su caserío de Itsasondo (Guipúzcoa), tras pasar la noche en un concierto de rock, un comportamiento que llamó la atención de una patrulla de la Ertzaintza, compuesta por José Luis González e Ignacio Jesús Mendiluce.
La patrulla le siguió hasta el caserío y una vez allí se bajaron del coche con el fin de practicar las diligencias referidas a su «anómala manera» de conducir.
Fue entonces cuando el imputado salió de la vivienda «de modo súbito e inesperado» y, armado con una escopeta semiautomática para la que tenía la correspondiente licencia, disparó contra los dos agentes cuando se encontraban «de espaldas y desprevenidos», quienes fallecieron en el acto.
Inmediatamente después, añade el escrito, el acusado cogió la radio del coche policial y de forma «absolutamente tranquila y enorgulleciéndose del hecho» comunicó que «un casero había matado a dos cipayos (expresión despectiva con la que el entorno de ETA denomina a la policía vasca) por la política que seguían».
Otegi abandonó el País Vasco tras ser exculpado en el juicio popular y fue detenido el 22 de febrero de 2003 en Irouleguy (Francia), junto a la presunta etarra Aloña Muñoa. Después de haber cumplido la condena de siete años de prisión que le impuso un tribunal, ha sido entregado de forma permanente a España, donde permanecerá en prisión a la espera de la celebración del nuevo juicio.