Este fuerte incremento de la morosidad de la caja intervenida por el Banco de España tiene su origen, principalmente, en la revisión y calificación como activos dudosos de los grandes grupos de la entidad, en el incremento de sociedades en situación de concurso de acreedores y en el aumento de operaciones impagadas, precisa CCM.
La concentración de la inversión crediticia de la entidad en los sectores de promoción y construcción representa un porcentaje cercano al 40% sobre el total de la inversión crediticia, lo que, junto a los graves problemas que atraviesa el sector inmobiliario llevaron a CCM a reclasificar operaciones como activos dudosos.
En la actualidad, las principales inversiones en el sector inmobiliario de CCM se materializan en financiaciones para la compra de suelo por 2.163 millones y para la promoción inmobiliaria en curso de ejecución o venta por 3.144 millones, a los que se suman otros 860 millones correspondientes a otros riesgos relacionados con el sector.
Además, existen importes pendientes de disponer de promociones en curso de ejecución y venta por 1.077 millones, y también existe una inversión accionarial en sociedades con actividad inmobiliaria por 298 millones, realizada a través de CCM Corporación.
La normativa del Banco de España establece que ningún cliente o conjunto de clientes que constituya un grupo económico puede alcanzar un riesgo del 25% de los recursos propios del grupo, mientras que dicho porcentaje se eleva en el caso de CCM al 45,5%, al haberse incluido en el cálculo operaciones con el aeropuerto de Ciudad Real.
Asimismo, la entidad ha solicitado a la firma Ernst & Young un análisis de los procedimientos de gestión de la morosidad y recuperación de deudas existentes, para optimizarlos.
Los nuevos administradores de la caja están evaluando los puntos débiles de la entidad en materia de análisis, concesión, seguimiento y gestión de riesgos, analizando las distintas alternativas posibles para subsanar estas deficiencias y poner en marcha las medidas correctoras más urgentes.
La cobertura media del riesgo de insolvencias de la entidad a 30 de junio para los activos dudosos se sitúa en el 25,39%, frente al 32,45% existente al cierre del 2008.
En su comunicación al organismo supervisor de los mercados, la caja intervenida por el Banco de España puntualiza que el 39,17% de su inversión crediticia se califica dentro de las categoría de riesgo ‘bajo’, mientras que otro 23,67% se califica como riesgo ‘medio-bajo’, otro 27,24% corresponde a riesgo ‘medio’ y otro 3,51% a riesgo ‘medio alto y alto’.