Contra Polanski pesa una orden de detención desde 1978, tras ser detenido un año antes en Beverly Hills acusado de violar a Samantha Gaimer, de 13 años, en la residencia de Jack Nicholson mientras éste se encontraba ausente.
El cineasta se declaró culpable de haber mantenido relaciones sexuales con la menor, pasó 42 días en prisión bajo evaluación psiquiátrica y, estando en libertad condicional, se fue del país antes de conocer el fallo del juez, para nunca más volver.
Polanski comenzó a labrarse su fama de director único en Europa, primero con una decena de cortometrajes y cintas rodados en Polonia y después, con su primera obra maestra, Repulsion (1965), un horror psicológico protagonizado por Catherine Deneuve.
Con esa cinta dio las primeras pinceladas de un universo propio, lleno de atmósferas sugestivas caracterizadas por la intriga, que comenzaría a consolidar de la mano del guionista francés Gérard Brach, con quien también trabajó en títulos como Dance of the Vampires (1967), What? (1972), Tess (1979) y Bitter Moon (1992).
Divorciado de Barbara Lass en 1962 después de tres años de matrimonio, Sharon Tate fue su segunda mujer, pero en 1969 fue asesinada, cuando estaba embarazada de su primer hijo, a manos de seguidores de la secta de Charles Manson.
Un año antes, Polanski había alumbrado en Hollywood su cinta más popular, Rosemary’s Baby, uno de los mayores clásicos del horror contemporáneo, con Mia Farrow y John Cassavetes, pero tras el asesinato de Tate, sufrió una sequía creativa de tres años y decidió volver a Europa.
Post Tate
No obstante, una vez superada la pérdida de Tate, volvió a Hollywood por la puerta grande con Chinatown (1974), candidata a 11 estatuillas de la Academia de Hollywood y una de las mejores cintas de esa década, que contó con Jack Nicholson en uno de sus papeles más recordados.
Todo parecía irle de perlas de nuevo a Polanski, hasta que en 1977 es acusado de violar a Gaimer.
Tras el rodaje de Tess en 1976 y ya de vuelta en Francia, Polanski tardó siete años en ponerse tras la cámara, cuando se embarcó en el rodaje de Pirates, una obra menor en comparación con las siguientes: Frantic, con Harrison Ford, y Bitter Moon, con Hugh Grant y Kristin Scott Thomas.
Desde entonces se mantuvo en la línea tenebrista gracias a Death and the Maiden (1994), con Sigourney Weaver, y The Ninth Gate (1999), pero su éxito definitivo llegó de la mano de The Pianist.
Polanksi concluyó el pasado mayo el rodaje de su último trabajo, el «thriller» policiaco The Ghost, para el que ha reunido en el reparto a actores como Pierce Brosnan, Ewan McGregor y Kim Cattrall.
La historia versa sobre un escritor (McGregor) que ayuda al ex primer ministro británico, al que da vida Brosnan, a redactar sus memorias y que termina descubriendo el lado más oscuro de la vida del político.