Como segundo problema, los ciudadanos siguen citando las cuestiones económicas, mencionadas por el 48,4 por ciento, tres décimas menos que en la encuesta de julio, seguidas del terrorismo (18,3 por ciento), casi un punto menos que antes del verano, y la inmigración (14,3 por ciento), con una bajada de 4,1 puntos.
También revela este muestreo, que analiza 2.475 entrevistas realizadas entre el 4 y el 14 de septiembre, que siete de cada diez españoles (el 70,8 por ciento) cree que la situación económica del país es «mala» o «muy mala», dato que empeora el de hace dos meses, cuando el 65,2 por ciento opinaba de esta manera.
No obstante, los encuestados se muestran más optimistas respecto a la evolución de la situación económica dentro de un año, ya que si en la anterior encuesta un 22,8 por ciento vaticinaba una mejoría, ahora el 24,2 opina así; además los pesimistas bajan, porque del 28,8 que auguraba un empeoramiento se ha pasado al 26,7 por ciento.
Baja la preocupación por la inmigración
El terrorismo, precisa, preocupa al 18,3 por ciento de los ciudadanos, casi un punto menos que antes del verano, y la inmigración al 14,3 por ciento, con una bajada de 4,1 puntos
El CIS no prepara encuestas en agosto, por lo que su último barómetro a comparar es el de julio, cuando se detectó un repunte del desempleo dentro de la lista de principales problemas, ahora confirmado con una nueva subida. Se trata del 76,4 por ciento que se aproxima a la cifra histórica de la última década alcanzada en mayo pasado, cuando el índice de preocupación ciudadana tocó el techo del 77,3 por ciento.
El barómetro de septiembre revela que tras el segundo puesto que ocupan los problemas económicos, el tercero del terrorismo y el cuarto de la inmigración se sitúa la inseguridad ciudadana, con un porcentaje del 12,8 que eleva el anterior 10,3 por ciento.
En sexto lugar queda el concepto «la clase política, los partidos políticos» que perciben como un problema el 12% de los españoles, frente al 10,8 por ciento anterior.
Los problemas que más afectan
De los problemas que personalmente más afectan a los ciudadanos, el paro es el que más se cita (40,8 por ciento), seguido muy cerca por los problemas económicos (40,4 por ciento) y a mucha más distancia por la vivienda (9,4 por ciento) y la delincuencia (9 por ciento).
También pregunta el CIS por la situación política, que para el 53 por ciento es «mala» o «muy mala», porcentaje más alto que el del anterior barómetro, cuando el 48,1 por ciento manifestó esta percepción negativa. Sólo el siete por ciento cree que la situación es «buena» o «muy buena» y para el 33,2 por ciento es «regular».
De cara al futuro, más de la mitad (56 por ciento) piensa que seguirá igual; el 20,1 por ciento vaticina que irá a peor y el 10,3 por ciento pronostica que mejorará.
Respecto a la situación económica, sólo la ve bien el 3,5 por ciento, «mal» el 70,8 y «regular» el 25,2 por ciento; opina que en un año habrá mejorado el 24,2 por ciento, el 39,1 cree que seguirá igual y el 26,7 opina que se deteriorará, siempre según el CIS.