En un discurso pronunciado en Francfort, el máximo responsable de política monetaria de la eurozona reiteró este jueves que «se ha detenido la caída libre de la actividad económica» y mostró su confianza en que en el futuro se registre una recuperación «gradual», aunque existe un elevado grado de incertidumbre.
Así, el banquero francés apuntó que cuando la situación se normalice será necesario retirar las medidas monetarias extraordinarias, así como los estímulos económicos.
En este sentido, Trichet afirmó que las medidas no convencionales del BCE «fueron diseñadas con una estrategia de salida en mente», por lo que aseguró que cuando llegue el momento adecuado no debe existir preocupación sobre la capacidad de la institución para retirarlas.
Déficit preocupantes
Asimismo, el banquero subrayó que no sólo los bancos centrales deben contar con una estrategia de salida creíble, sino que también los gobiernos deben contar con una y recordó que el endeudamiento y el déficit de varios gobiernos de la zona euro han alcanzado «niveles preocupantes», por lo que existe una creciente presión sobre la necesidad de articular ambiciosas y realistas estrategias de salida y consolidación fiscal.
Lo cierto es que el BCE ha advertido en numerosas ocasiones que aún no es momento de quitar las medidas anticrisis, dado que «la volatilidad sigue siendo alta» y que los datos disponibles han de ser interpretados con «cautela».
«A juicio del Consejo de Gobierno del BCE, los riesgos en el horizonte están equilibrados», sostiene la autoridad monetaria, que calificó de «apropiados» los actuales tipos de interés.
La tasa rectora para las principales operaciones de refinanciación sigue en el 1%, un nivel históricamente bajo con el que el BCE pretende impulsar la recuperación económica.
Respecto a la inflación, que según los datos provisionales de la oficina comunitaria de estadística Eurosat fue del -0,3% en septiembre, el BCE considera que ésta sólo refleja los movimientos de los precios de las materias primas de años atrás.
A medio plazo, sin embargo, la tasa de inflación se moverá en el terreno positivo y «firmemente anclada en el objetivo del BCE», que es mantener la inflación por debajo pero próxima al 2% a medio plazo.
El BCE destacó la importancia de los estímulos macroecómicos derivados de las medidas políticas adoptadas y aventuró que el deterioro del mercado laboral podría ser menor de lo proyectado anteriormente.
Sin embargo, el BCE mantiene su «preocupación» por el impacto en la economía real de la crisis financiera, como consecuencia del incremento de los precios del petróleo y de otras materias primas, el resurgimiento del proteccionismo y la posibilidad de una corrección desordenada de las desigualdades globales.
Una décima más
Mientras, el Índice de Precios de Consumo de la eurozona se situó en septiembre en el -0,3% en tasa interanual, por lo que los precios caen una décima más que en agosto (-0,2%), según informó hoy la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.
Según esta cifra, el diferencial de España con la zona euro se situaría en siete décimas, ya que según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), el IPC situó su tasa anual en el -1%.
En la UE, la inflación interanual alcanzó el 0,3% en septiembre, tres décimas menos que en agosto (0,6%). En términos mensuales, la inflación de la zona euro y la de la Europa ampliada se mantuvo estable y se situó en el 0%.
Según las cifras de Eurostat, España es, junto a Bélgica, el cuarto país menos inflacionista de la eurozona (-1%), por detrás de Irlanda (-3%), Portugal (-1,8%) y Chipre (-1,2%).
En el lado opuesto las economías de la UE en las que más se incrementaron los precios fueron Rumanía (+4,9%), Hungría (+4,8%) y Polonia (+4%).
Los mayores incrementos interanuales de precios se registraron en el sector de alcohol y tabaco (4,4%), varios bienes y servicios (2,3%) así como equipamiento doméstico (1,5%), mientras que los mayores descensos se produjeron en transporte (-3,7%), sector inmobiliario (-1,6%) y alimentación (-1,3%).
Con respecto a los subíndices, los precios que más subieron fueron los de restaurantes y cafés (0,15 puntos porcentuales), tabaco (0,14) y rentas (0,13 puntos), mientras que los que más descendieron fueron combustibles para transporte (-0,70), para calefacción (-0,34) y gas (-0,19%).