«Si este proceso se eterniza, no es completamente imposible que Roman Polanski decida ir a explicarse a Estados Unidos (…), donde los argumentos en su favor no son inexistentes», declaró Kiejman, letrado y amigo del cineasta. Polanski está detenido en Suiza desde el pasado 26 de septiembre en respuesta a una orden de extradición a Estados Unidos por un proceso de «relaciones sexuales ilegales» con una menor en 1977.
El cineasta, de 76 años, tiene «remordimientos, sin duda», señaló Kiejman, que reconoce que existe la posibilidad de que el oscarizado director sea finalmente extraditado a EEUU. Después de que la Justicia helvética estimara que el director de El pianista debía permanecer detenido por el alto riesgo de fuga, su abogado insistió en que Polanski es «todo menos un hombre peligroso» y le describió como un «ser sensible, generoso y buen esposo».
«El momento de la emoción ha pasado. Todo el mundo va a comprender que hay que llevar este caso a sus proporciones justas», indicó Kiejman, quien citó la «admirable carta de la víctima, escrita hace diez años».
En ella, Samantha Geimer «decía cómo un proceso público sería mucho más perjudicial para ella que para Roman (Polanski), al que había perdonado total y definitivamente y al que deseaba que pudiera regresar en total libertad a Estados Unidos», recordó el abogado. Aislado del mundo, en su régimen de detención Polanski tiene derecho a tres llamadas telefónicas por día y emplea el tiempo en reflexionar sobre la película The Ghost, que estaba rodando, agregó Kiejman.
Las autoridades suizas informaron con antelación a las de Estados Unidos de la llegada del cineasta Roman Polanski y solicitaron una confirmación de que la orden de captura en su contra seguía vigente. El reconocido realizador, de 76 años, fue detenido el pasado 26 de septiembre en el aeropuerto de Zurich, adonde había llegado para participar en un festival de cine que había previsto rendirle un homenaje por su carrera en el cine.
Orden vigente
El portavoz de la Oficina Federal de Justicia, Folco Galli, confirmó este miércoles que su entidad envió un fax a Washington cinco días antes de que Polanski aterrizara en Zurich para verificar si el mandato de detención contra Polanski seguía en pie, a lo que recibió una respuesta positiva. «Las autoridades estadounidenses lo confirmaron de inmediato con la transmisión de una orden de captura explícita con fines de extradición», declaró.
Esa respuesta le fue remitida por la Oficina de Asuntos Internacionales del Departamento de Justicia de EEUU el 23 de septiembre. El portavoz explicó que una detención sólo puede ser ordenada cuando existe total seguridad de que la orden de captura está vigente.
La ministra de Justicia de Suiza, Eveline Widmer-Schlumpf, quien fue informada enseguida del inminente arresto, ha señalado en varias oportunidades que Suiza «no tenía otra alternativa» que detener a Polanski.
Asimismo, ha rechazado las críticas por el hecho de que se le hubiese podido detener mucho antes en vista de que Polanski es propietario de un chalet en la localidad de Gstaad (cantón de Berna), donde pasaba vacaciones regularmente con su familia.
A ese respecto, Widmer-Schlumpf ha explicado que su oficina siempre tomaba conocimiento de las estancias de Polanski en Suiza una vez que éste ya había abandonado el país, mientras que en esta última ocasión «se sabía de su llegada». Polanski, quien está detenido en una prisión de Winterthur, tiene un proceso judicial pendiente en Estados Unidos por violación de una menor en 1977, aunque la víctima retiró hace años su demanda. El abogado del cineasta señaló hoy que éste podría elegir ir a EEUU para explicarse ante la Justicia, con el fin de evitar permanecer detenido durante un proceso de extradición que podría durar meses.